22. Lo que les hago YO a las niñas buenas

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Holaaaa. Sé que he tardado en subir últimamente por los exámenes así que el capítulo de hoy es el doble de largo. ¡Disfrutarlo! Me gustaría dar las gracias a un trío de locas que me apoyan muchísimo con el libro estas son: Cari (CammilDasilva2003), Adri (despeinadohair) y Romin (CryBaby)

Y también a Yo_Amo_La_Musica que nunca se olvida de votar o de comentar en cada capítulo. ¡Muchísimas gracias por apoyarme tanto, sabéis que eso me anima a subir más capítulos!

¡Os adoro chicas! Bueno aquí tenéis el cap.


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-¿Quieresque vayamos a algún sitio?


-No... Vayamos a casa...- Digo apoyando la cabeza en su hombro.- Tengo una sorpresa para ti.- Digo acordándome de la lencería que me olvide en la luna de miel. Ahora podría darle buen uso...

-¿Me has preparado algo?-De repente su voz cambia a una aun mas entusiasmada.

-Sip. Y es algo que te va a gus...- De repente clavo mi vista en la caja de la puerta del conductor. Ese pequeño paquete... ¡Es un paquete de tabaco! Lo agarro sin darme cuenta de que he dejado la frase a medias.

-¿Sigues fumando? – Le digo de repente. No quiero que fume. Es malo para la salud. ¡No quiero que le pase nada! Sé que estoy siendo una exagerada pero creía que no fumaba. Tampoco me gusta la idea de que ella me haya ocultado algo así.

-¿Qué?- Dice mirando el paquete en mis manos.- Oh, no. Solo fumo cuando la situación me supera.- La miro fijamente, comprobando en mi memoria algún olor a humo o algún otro indicio.

-Escucha.- Me acaricia la cabeza.- La última vez que fume fue cuando cortamos y no lo he vuelto a tocar desde entonces.

-¿De verdad?

-Oh, pequeña. ¿Crees que te mentiría?

Agarra el paquete de mis manos. Lo abre, está casi lleno solo le faltan un par. Coge uno y lo enciende sin llevárselo a la boca. Me mira fijamente. No veo ningún indicio de deseo, aunque tampoco soy una experta...

-Ni siquiera me tienta.

Entonces coge el paquete entero y lo tira por la ventana. ...Vaya, eso no me lo esperaba.

-¿Mejor?- Dice poniendo una mano en mi muslo. Asiento.- ¿Eso significa que sigo teniendo mi sorpresa?- Me dice haciendo pucheros.

-¿Qué? ¡Nadie ha dicho que no la fueras a tener!

Ella cierra el puño y baja el codo hasta su muslo. Después vuelve a ponerla en mi muslo y lo se la acaricio. Tiene las manos heladas...

-¿Por qué siempre tienes las manos tan frías?

Ella se encoje de hombros.

-No lo sé. Muchas veces están así, aunque yo no tenga frio mis manos están heladas.

Pongo mi mano sobre la suya, de manera que su mano está entre mi muslo y mi mano. La idea es tratar de calentarla un poco así.

-Podrías ponerte guantes. O podrías darme la mano para que no se enfrié.

-Pero entonces la otra tiene envidia.- Dice levantándola.- Mejor te abrazo y pongo las manos en tu espalda para que estén calentitas.

Un escalofrió me recorre al imaginar sus manos frías en mi espalda. Alessa ríe por mi cara.

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora