En la habitación
Alessa me deja suavemente en la cama. No sé si alguien nos ha visto subir empapadas pero tampoco me importa. Me seca con una toalla delicadamente y se coloca junto a mí. Me relaja oír su corazón bombear y mientras le acaricio el pecho desnudo ella me seca en pelo muy delicadamente con la toalla.
-Te amo.- Musito. Ella se detiene.- Me casaría una y mil veces contigo.
Ella me abraza y caigo rendida ante el sueño.
A la mañana siguiente
Me levanto sintiendo ganas de ir al baño así que despacio, salgo del abrazo de Alessa y me deslizo dentro del baño. Me siento y al limpiarme me doy cuenta de lo que ocurre. Genial. La regla. No tengo muy buenos recuerdos de la última vez que me bajo. Cojo una compresa y cuando salgo del baño miro fijamente la cama. ¿No la he manchado verdad? Oh dios mío, dime que no. ¿Y a Alessa? No, no, no, no, no. Por favor. NO.
Suspiro y siento como se me relajan los músculos al darme cuenta de que las sabanas siguen blancas. Unos labios me besan en la cadera.
-Pequeña, ¿Qué haces?- Su voz suena adormilada.
-N-Nada. Solo estaba comprobando... algo.
Alessa se acerca a mí. Nunca me había preocupado por el olor de la regla. PERO AHORA SI. Sé que hay a personas a las que les huele. Yo no huelo nada, pero Alessa tiene súper-sentidos. Tengo que distraer su atención para que no se dé cuenta. Si eso, distráela. Me inclino y la beso con ganas, cuando me acaricia la espalda me entra el pánico. Me separo bruscamente y me levanto de la cama.
-¿Vamos a desayunar?
-Pequeña, son las seis de la mañana.
Me quedo demasiado tiempo en silencio y Alessa frunce el ceño. Se levanta. Se va a acercar, se va a acercar. ¡Haz algo! ¡Piensa Sara!
-Y-Yo tengo hambre, a demás habrían a las seis. Así tenemos toda la comida para nosotras.
-Está bien...- Alessa parece sospechar algo, pero decide no preguntar. Nos vestimos (me he echado medio bote de colonia) y yo trato de estar lo más lejos posible de ella. Me siento culpable pero no quiero que huela... ¡Dios mío seria asqueroso! Aunque... ¿Tengo que estar así una semana entera? No puedo acabar mi luna de miel así... ¡Y acaba en tres días!
A medio día
Esto es una tortura. No poder estar cerca de Alessa me está consumiendo. Espera. En todo el tiempo que llevo con Alessa ella no ha tenido ni una sola vez la regla... O al menos no me he enterado. Qué raro... En el buffer del restaurante elijo la mesa en la que estamos la una en frente de la otra, y no en la que estamos las dos sentadas en el mismo lado.
-Sara, ¿te encuentras bien?- Me dice comiendo del plato de salmón.
-¿Hm? Ah, sí. Estoy bien.
Esto no funciona, Alessa va a darse cuenta de lo que ocurre. Ya sospecha algo. Espera. ¡Alcohol! ¡Eso es! El alcohol nubla los sentidos, así no se dará cuenta.
-¿Qué te parece si cogemos alcohol esta noche?
-¿Quieres salir a beber? Vale, pero no puedes alejarte más de dos metros de mí.
Sonrió.
-En realidad me refería a coger alcohol y beber en la habitación.
Le miro fijamente a los ojos cuando asiente. No hay ningún cambio, pero siento que se le ha ocurrido algo.
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¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!
RandomSara no es racional cuando está lejos de Alessa. Alessa es peligrosa si no está Sara. Sara no se imagina lo que está a punto de ocurrirle. ¡¡Alessa no piensa esperar ni un minuto más!!