— Me gustaría decirte muchas cosas, pero no, no lo haré.
— ¿Porqué no? — dijo él, confundido.
— ¿Para qué? No creo que te interesen — dijo ella.
— Para que te desahogues. Sí me interesa, no seas tonta.
— ¿De verdad te interesa? — dijo ella, esperanzada.
— Sí, boba.
— ¿Qué nos pasó? — dijo la chica al cabo de unos minutos.
— No lo sé, pequeña, de verdad que no lo sé.
— Antes podíamos estar hasta la madrugada hablando de todo y ahora, con suerte, hablamos 5 minutos — la ojimarron bajó la mirada, dando la sensación de que se hacía más y más pequeña.
— He estado muy ocupado — dijo él, indiferente a lo que sentía la chica a su lado.
— Excusas. En el verano también estabas ocupado, pero siempre te hacías un tiempo para mi, para estar hablando conmigo — susurró.
» Aún recuerdo cuando llegaste de improviso a mi casa. Le mentiste a tu mamá diciéndole que ibas a cortarte el pelo, pero en realidad no fuiste solo por venir a verme. Fue un gesto muy tierno. Recuerdo que te quité tu gorro y salí corriendo como una niña pequeña y tu me perseguías.
— Y yo recuerdo aquel paseo con nuestro curso, unos años antes que te cambiaras de escuela. Fuimos al zoológico y teníamos que ir en pareja, nos tocó juntos y tu mamá nos cuidaba. Recuerdo que no teníamos que soltarnos de la mano, porque nos podíamos perder. Nuestras manos sudaban, nos daba asco así que nos las secábamos y juntábamos nuevamente riéndonos — dijo él, con la mirada perdida y un fantasma de una sonrisa se asomaba en su rostro.
— Hay algo que no entiendo...
— ¿Qué cosa? — preguntó él, confundido.
— ¿Dónde quedó ese chico risueño que solía preocuparse diariamente por el bienestar de sus amigos?
— Créeme que si lo supiera te lo diría. Este último tiempo he cambiado mucho.
— Hey...
— ¿Sí?
— Te quiero.
↪ Tu Mejor Amiga.
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¿Por qué?
Teen Fiction«La vida es un círculo vicioso. Cuando menos lo esperes todo tu mundo a color vuelve a ser gris.»