Cuidare de ti.

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Every breath you take.

La miraba de soslayo, cuando pasaba por donde se suponía ella estaría, siempre vigilando, procurando que no se metiera en la serie de problemas en los que ella solía entrometerse de vez en cuando, sabía quién era, una mujer que no necesitaba de la ayuda de nadie, pero él conocía bien sus secretos, nadie la conocía mejor que él, en cualquier aspecto, pero últimamente se habían distanciado, aún no comprendía exactamente por qué, pero podía imaginarlo.

La última vez que se encontraron a solas, con la luna de testigo fue cuando ella abiertamente le confesó lo que sentía por él:

«No me avergüenzo de decirlo Daryl porqué debería, eres increíble, aunque tú no puedas verlo»

Fue lo último que le escuchó decir aquella hermosa mujer que ahora actuaba con indiferencia ante su presencia.

Pero como podía decirle lo que pasaba por su mente, por su corazón, no podía creer que alguien pudiera amarlo en serio, así como ella lo hacía, que se preocupara por él, como solo ella se preocupaba, que lo procurará tanto, por qué si le fallaba, nunca se perdonaría, jamás había sido tierno, cariñoso, el hombre que ella se merecía, prefería solo mirarla a lo lejos, protegerla hasta de si mismo, la amaba demasiado como para condenarla a su vida de miseria, ella se merecía lo mejor.

La miraba a lo lejos, siempre lo haría, siempre cuidaría de ella, por qué en el fondo le pertenecía aunque no pudiera ser, siempre sería de él y él siempre sería de ella.

Caryl one shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora