You.
«Te gustaría quedarte a cenar» fue lo que le dijo antes de que girara la perilla de la puerta y se marchara como siempre de forma indefinida.
Él se tomó un segundo para meditarlo sin expresión alguna pero con el corazón estallando en emociones, trato de parecer indiferente, vaya que era un experto en eso, aunque en el fondo eso le estaba cansando, después de todo aquel sufrimiento que ambos habían vivido, y el tiempo que habían estado separados, ya ni siquiera recordaba cuánto había pasado desde aquello, cuando la vio derramar un par de lagrimas en aquel santuario del que habían sido rescatadas ella y Maggie; intento sacar el nudo en su garganta, cuanto más tendrían que superar, solos, o unidos.
-Como sea - gruño casi en silencio -si está bien, me quedo. - Concluyó su frase mientras ella esbozaba una sonrisa ligera.
-Podrías ayudarme, porqué no cortas el par de tomates que están sobre la mesa -ella sabía que él no disfrutaba de aquellas labores, pero lo convenció de alguna manera como siempre lo lograba, pasó el cuchillo a su mano, la que ligeramente le rozó la suya, el estomago le hizo un nudo y casi se tira a llorar en aquel instante, pero volvió la vista de inmediato al asado en el horno. -Si no quieres decir nada te entiendo, creo que hasta ahora lo hemos dicho todo, lamentó lo que sufriste en aquel lugar te juro que si pudiera remediarlo de alguna manera...
-Basta Carol -la interrumpió tajante -tu lo has dicho todo está hecho ahora, créeme que lo superare - bajo la voz un poco más -siempre lo hago.
-Será una noche estrellada - trato de aligerar la tensión con su comentario, pero casi no podía hablar el llanto se había apoderado de sus cuerdas vocales y la traicionaba, no miraba a Daryl, mantenía los ojos en la ventana, sin moverse. -Son muy comunes en estos días...- se limpió el rostro con la manga de su suéter y se giró, Daryl la contemplaba ya de frente, la miraba serio, porqué no podía dar aquel paso, solo uno, tomarla del rostro, y sentir sus labios, por qué se quedaba petrificado ante ella.
-Has terminado con eso - le dijo sacándolo de su ensueño.
Asintió con la cabeza y colocó los cubos de tomate sobre el estofado, le ayudó a colocar los platos sobre la mesa, un par de vasos transparentes y una botella de vino que al parecer el «Rey» le había enviado a Carol en una de sus tantas muestras de afecto «amistoso» ;que mejor que probarla en aquella ocasión.
Por unos minutos se limitaron a saborear aquella cena que sin duda estaba preparada con algo más que tomates y buena carne, el sazón ahora tenía un toque más intenso, como las miradas que al estar frente a frente eran inevitables.
-Yo también daría todo por qué olvidaras lo que ha sucedido -mordió un trozo más grande de su carne para no seguir hablando, pues temía que si seguía no se detendría hasta descargar todo lo que llevaba dentro y le asustaba lo que pudiera ocurrir.
Pero Carol se detuvo, dejó caer el tenedor en el plato, limpio sus labios y lo observo fijamente, sentía la respiración agitada, no sabía cuánto más podría contenerse.
-Estaba tan cansada, sabes lo que siento acaso, el dolor con el que cada noche tengo que cargar, sabes por qué estoy aquí, sola, alejada de todos, alejada de mi familia, de ustedes, de ti...sabes lo que me mata por dentro, él no poder remediarlo, mate sin piedad a gente que era inocente y después de eso no pude hacerlo más, todo me confunde, me e vuelto loca acaso, no lo sé, pero lo que sí sé es que no quiero que nadie los dañe, a ninguno de ustedes, por eso me fui no me siento capaz de poder cuidarlos como se debe.
-No es tu culpa, todos hemos matado lo sabes, por las razones correctas o no, pero lo hemos hecho al fin, cuando estaba en aquella celda solo podía pensar en lo que había causado, la muerte de Gleen, quizá si yo no fuera tan idiota estaría con vida.
-Sabes que eso no fue tu culpa, Negan acabaría con alguno de ustedes de cualquier forma.
-Cuando no te vi ahí, sabía que no tenía que preocuparme, estabas a salvo, como fuera pero a salvo, lejos de la mierda que nos rodeaba, no sé qué hubiera pasado si tú hubieras estado ahí...
La miro se había cansado de ser fuerte -cuando volví y no estabas...no supe que pensar, por qué lo habías hecho porque...me habías dejado...
-No te deje Daryl - se levantó de la silla -tú siempre estuviste conmigo, pero entiéndelo no quiero sentir algo y luego fallar, tengo tanto miedo.
-A quién le vas a fallar, a Rick, a Michonne, a mí...jamás me vas a fallar a mí.-Se tomaron de las manos -y no digas que no te entiendo por qué sabes bien que te conozco muy bien - le limpio el llanto -no quiero perderte, a ti no...
Carol lo miraba, una bondad que solo ella había notado desde que llegó, el chico rebelde que sabía que escondía al hombre más maravilloso, valioso y valiente que jamás conoció y era de ella a pesar de todas las circunstancias, de las personas en su vida y ella siempre sería de él, como fuera que él la quisiera amiga, hermana, amante, compañera.
-Tú fuiste la razón más importante para seguir con vida aún en ese lugar de mierda, eras lo que me mantenía respirando, una esperanza en la obscuridad.
Se dio cuenta de lo cerca que se encontraba de ella, podía sentir su cálido aliento casi rozando el de él, quería hacerlo, ya nada lo detendría.
Sus frentes se mantenían unidas, Carol se acercó ladeando ligeramente la cabeza, Daryl cerró los ojos y lentamente sintieron la boca del otro, todo cobró un nuevo sentido, nada ahora era imposible.
La mañana los descubrió, desnudos y renovados sobre el cálido piso de madera de la sala, un rayo de luz los iluminó, su vida ahora sería mejor.
ESTÁS LEYENDO
Caryl one shots
FanfictionUna serie de pequeñas historias acerca de una de tantas de mis parejas favoritas Carol y Daryl. Soñar no cuesta nada y es lo que hago plasmó mis sueños, algunas locas fantasías de lo que tanto me gustaría, espero lo disfruten. Y no duden en darme a...