De lo que nunca nadie se entero.

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A veces lo visitaba y nadie jamás lo supo cuando llegaba muy sigilosa en la noche cuando ya todos habían cerrado sus puertas, entonces trataba de evitar el ruido sin calzarme y de puntillas salía de mi habitación y caminaba hasta la suya.

Rick jamás lo supo, quizás Carl fue el único que se dio cuenta una sola vez cuando sin querer me choqué con él antes de que cerrara la puerta del sanitario, pero simplemente le sonreí amistosamente hasta verlo desaparecer en su habitación.

Era una de esas noches en las que llovía a cantaros y en la que me sentía más sola que nunca, los rayos iluminaban el cielo completamente obscuro y seguía sin poder dormir, alguna vez ya lo había hecho aunque las cosas entre nosotros estaban comenzando a ponerse algo extrañas y no alcanzaba a comprender del todo él porque.

Me levante cuando el cielo volvió a iluminarse con uno de esos relámpagos que indicaban que la tormenta continuaría y de nuevo tan silenciosa como solía ser camine por el pasillo hasta la habitación de enfrente.

No gire la perilla aunque tampoco llame, me quedé ahí detrás de la puerta casi como si esperara que el mismo Daryl pudiera percibirme del otro lado, aunque sabía que si se encontraba durmiendo jamás ocurriría, había regresado de una jornada agotadora con Aarón así que tuve por seguro que estaba completamente agotado y que a pesar de todo aquel ruido por la tormenta no se despertaría.

Volví a dudar con la mano en la perilla, unos meses antes abría y entraba sin importarme nada, pero ahora sentía una extraña sensación invadiéndome las entrañas, algo casi nuevo para mí, acaso era temor, desesperación, pero por qué tendría que sentirme así, Daryl era mi amigo, un muy buen amigo.

Rodeada de aquel pensamiento de amistad gire lentamente hasta abrir un pequeño espacio por donde pudiera pasar y volví a cerrar de la misma manera. Daryl no noto de inmediato mi presencia parecía tranquilo en la cama se había tumbado con la ropa del día y abrazaba la almohada completamente, me pareció encantador.

Suspiré y juro que fue en silencio pero aquel sonido hizo que Daryl se girara de inmediato y clavara los ojos en los míos.

— No podía dormir, lo siento no quise despertarte.

Daryl torció la boca y después dejo un espacio lo suficientemente grande para que pudiera acercarme, lo hice aunque por primera vez mis nervios me traicionaban y las manos comenzaron a sudarme. Le sonreí un poco.

— Yo tampoco puedo — respondió colocando la almohada en su lugar y dejando los brazos detrás de su cabeza.

Ambos mirábamos el techo sobre nosotros, sin hablar, había una clase de silencio que casi sentí incomodo lo cual también me resultaba extraño, el silencio era algo que no nos molestaba simplemente era parte de nosotros, pero ahora quería de alguna manera terminar con el por qué mis emociones me gritaban que algo sucedía.

— Qué te tiene despierto Daryl debes estar cansado después del par de días en los que estuviste fuera, algo sucedió.

— ¡Nah! — respondió típicamente

— La tormenta me despertó sabes y pase unos minutos intentando retomar el sueño pero no pude, te incomoda que esté aquí.

— Por qué lo haría no es la primera vez que estamos juntos así — dijo de nuevo sin mirarme.

Así, justamente así pensé antes de contestarle algo quizá él también notaba que algo raro estaba presente entre nosotros, la última vez que lo vi justo antes de que se fuera con Aarón ya me parecía que algo le sucedía, pero no pude preguntar era tarde y debía irse, su despedida fue algo así como complicada, se paseó por varios minutos por la cocina mientras preparaba algo para que llevará con él y después simplemente me miró y soltó un adiós tan frío y seco que me dejó helada.

— Estas molesto — me anime a preguntarle.

Daryl bajo los brazos y volteo rápidamente a mi después volvió a su posición.

—¡Nah! — soltó de nuevo— no hay razón para estarlo, tú estás molesta conmigo.

Me pareció que su voz se suavizaba demasiado y casi sentí como si bajara la guardia.

— Debería estarlo — dije relajando los nervios— acaso me has hecho algo como para estar molesta contigo.

—El mundo haya afuera es una reverenda mierda — volvió a su tono habitual— ese tío, Aarón pareciera que todo lo ve color de rosa cuando todo es una porquería. Los caminantes nos habían rodeado, juro que pensé que era el final y sabes que fue lo que pensó él, en su novio — soltó una risa breve— entonces hice todo lo que estaba en mis manos para salir de esa y que pudiera volver a verlo. 

—Eso estuvo bien no lo crees Aarón y Eric hacen una pareja encantadora siempre te estarán agradecidos.

Daryl no agregó nada, podía notar en su rostro que había algo más que no había dicho y que seguía dentro de él.

— Tu que pensabas Daryl en ese momento.

— En salvar el culo desde luego — agregó algo sarcástico — y regresar aquí, yo también quería volver.

Fue cuando me miro, me miró con cierta intensidad, como jamás lo había hecho como si sus ojos quisieran hablar y decirme las cosas que su boca no lo dejaba decir. Volví a sentir la presión elevándose en las venas, el corazón se comenzaba a acelerar, no era normal para mí ese sensación, era extraña y a la vez perfecta como una mezcla de alegría y necesidad de su presencia, la necesidad de su boca en la mía.

Me descubrí mirándole los labios mientras mojaba discretamente los míos,  desvíe la atención en seguida, Daryl se percató lo supe por qué él también miro a otro lado.

— Yo siempre espero a que vuelvas — casi no pensé en lo que decía — no la paso bien cuando no estás quizás por eso estoy aquí esta noche solo para saber que todo está en orden, que estás a salvo y aquí conmigo.

No respondió, no me miró, pero podía ver que se encontraba tan alterado como yo intentando guardar la compostura.
Un nuevo relámpago cayó y el sonido del golpe en el cielo me obligó a sobresaltarme, Daryl me busco en seguida el rostro.

—¡Eh! Estoy aquí — dijo estirando su brazo derecho.

Me sentí apenada al ver lo que insinuaba, pero la necesidad me obligó a caer sobre aquel brazo que me ofrecía su calor. Daryl me abrazo en seguida con ambos brazos me sentí protegida, era lo que necesitaba para poder relajarme quizás él también por qué pasado unos segundos se quedó profundamente dormido.

Yo lo contemple largo rato antes de que su propio calor me arrullara y comenzará a sentir pesados los párpados.

Te amo Daryl Dixon susurre muy tenuemente y deje de oponer resistencia, esa noche fue perfecta pues dormí entre sus brazos.

Caryl one shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora