Verdades teñidas

1.7K 107 14
                                    

VERDADES TEÑIDAS

ANDREA

En cuanto Viggo confirmó la sospecha de mi padre, mi mundo cayó, observé el rápido movimiento de él al sacar la varita y apuntar a la sien del hombre que no mostraba ni el más mínimo miedo de lo que mi papá pudiere hacerle, ¿por qué no decía la verdad? ¿Por qué no confesaba que era yo quién le había dado caza desde que vivíamos en Tromso? ¿Por qué no se defendía?

¡Papá déjalo no le hagas daño!

¡TE QUIERO LEJOS DE AQUÍ EN LAS MAZMORRAS, TÚ Y YO HABLAREMOS MÁS TARDE! – me gritó sin voltear a verme, sólo se miraba a los ojos con Viggo fijamente, con odio e ira.

Vete Ann – dijo entrecortado por la fuerza que mi padre hacía en el cuello de Viggo.

¡Si tú le haces daño nunca voy a perdonártelo! – volteó a verme aún enojado, me limpie las lágrimas esperando que bajara la varita, que no hiciera una locura pero está se hundió más en la piel de Viggo – ¡Lo amo! Y si lo dañas a él me estas dañando a mí, déjalo papá por favor.

¿Cómo que lo amas?

Me enamoré de él, Viggo no me ha hecho nada, sólo yo tuve la culpa por amarlo.

Ann vete, déjame hablar con Severrrus – mi padre ya se había levantado permitiendo que Viggo se incorporara un poco, sin embargo yo no pensaba moverme y negué con la cabeza.

No tengo nada que hablar contigo, toma tus cosas ¡estas despedido!

Papá por favor.

Mira Andrea, no me interesa nada de lo que tengan que decirme, buena estrategia de decirme que lo amabas, pero te voy a dejar algo claro, soy yo el que no te va a perdonar todo esto – me dio una última mirada de enojo y se fue azotando la puerta.

Mi padre nunca me había hablado así, su mirada siempre era de cariño y amor, pero hoy en cambio había notado cuanto lo había decepcionado y lo molesto que estaba. Me sacudí la cabeza ignorando eso por un momento y ayude a levantar a Viggo y sentarlo en una de las sillas.

Iré por Madamme Pomprey.

No, yo puedo currrarrrme. No te prrreocupes – empecé a llorar amargamente por fin, dejando salir todo el estrés. Él me atrajo a su pecho e intentó protegerme de mí misma – No llorrres, voy arrreglarrrlo te lo prrrometo.

Fue mi culpa, tú me decías que no hiciera tonterías y lo hice, discúlpame.

No me arrrepiento de besarrrte Ann – lo vi a los ojos notando una mirada tranquila, sonrió hasta que hizo una mueca de dolor.

¿Dónde vas a curarte?

En mis aposentos.

Bien, voy ayudarte.

No tentemos a la suerrrte ni a la paciencia de Severrrus, serrrá mejorrr que te vayas.

No me iré, vamos.

HERMIONE

Dormía a mi pequeña en la cuna que teníamos en nuestra habitación, aproveche ese tiempo para ponerme al día y ver si el siguiente año metíamos maestrías en forma en el Colegio, una propuesta que pronto quería hacerle a Severus, necesitaríamos más profesores y un programa establecido y mostrarlo al consejo.

Siempre te estaré esperando Severus... (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora