Siempre te estaré esperando Severus... (Sevmione)

¿Por qué no me di cuenta antes?

Personajes y el mundo de H.P. le pertenece a J.K. Rowling, la historia es mía.

CAPÍTULO 1

Hermione

¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué las cosas tenían que terminar de esta forma?, mis más profundos miedos están acabando conmigo Severus, quisiera rogar a Dios que todo esto sea solo un boggart, porque sé que el hecho de perderte a ti o a cualquiera de mis amigos acabaría conmigo en un minuto, si tan sólo hubiese podido convencerte de quedarte, ¿por qué tenías que ir?, cada noche te pedía que abandonas esta maldita guerra, que no era tuya y cuántas veces me gritabas diciéndome que tenía que aceptar el destino y el camino de las cosas. ¿Acaso también tengo que aceptar esto?, ¿tengo que aceptar que morirás, que me dejaras?, sabes que no lo haré, nunca te dejare, siempre te esperare detrás de cada puerta, de cada misión, estaré esperándote siempre, pero tú tienes que volver Severus, siempre lo has hecho, no me falles ahora.

Lo prometiste, me prometiste que saldrías con vida de esta guerra, que empezarías una vida desde cero, me dijiste que era la única amiga que tenías, que confiabas en mí y que eso no iba a cambiar así ganáramos o perdiéramos, que sólo yo había podido conocerte en verdad, que todo esto cambiaría al finalizar tu trabajo como espía. Debes de cumplir Severus, porque si me fallas gritaré a medio mundo mágico que Severus Snape no tiene palabra, ¿eso no te gustaría verdad?, dime que no te irás, que lucharas a mi lado una vez más, sólo una por favor.

No sé cómo he podido permanecer aquí de pie viéndote morir, cómo demonios me dejo convencer por ti para que finalices tu última misión, por darle a Harry los malditos recuerdos tengo que verte así, no podré aguantarlo por mucho tiempo, te dije por medio de la mente, no me importa ya nada Severus, ni la misión, ni Harry, ni Voldemort, nada, sino te saco de aquí mandare todo al infierno.

—Tienes los ojos de tu madre.

Lily, quieres irte con ella, lo sé, lo percibo en tus ojos, en tu mirada vacía, esos ojos negros que tantas veces me miraron están inexpresivos, sé que quieres irte y lo comprendo, nadie en esta vida puede comprenderte mejor que yo, pero no lo aceptare, no dejare que te vayas.

Tu mirada se posa en mí, esta noche de nuevo en mí.

—Hermione —tu voz suena sofocada, el veneno está dañando tus cuerdas bucales.

—No hables Severus —no es necesario hablar, nosotros muchas veces no lo hacíamos, utilizábamos la piedra o la legeremancia para eso, tuve al mejor para enseñármelo todo—. Aquí estoy.

—Lleva a Harry al pensadero, tiene que verlos él mismo, ¿cuántos faltan?

—Solo Nagini y Harry —mis amigos nos observan.

No nos dijimos nada, pero al no perder contacto visual todo parecía extraño, y sin poderlo creer, volviste a introducirme en ese maldito juego, y colaboré una vez más. 

—Harry llévalos al pensadero, Ron acompáñale, se está acabando el tiempo.

—Hermione, ¿y tú? —me preguntó Ron, es irónico cómo hace unos minutos estaba feliz que él me dijera que me amaba y ahora mi estabilidad, mi felicidad y todo se iba por la borda, el solo hecho de pensar que él dejaría de existir.

—Yo me quedare aquí, vayan rápido, Harry tiene que verlos.

—No me iré sin ti Mione.

—Vete Ron ahora.

—Pero...

—¡QUE SE VAYAN! —les grité, ellos se sorprendieron pero terminaron aceptando y se fueron.