Siempre te estaré esperando Severus... (Sevmione)

Luchemos juntos de nuevo

LUCHEMOS JUNTOS DE NUEVO

HERMIONE

Eran dos semanas que no estaba con Severus, había ido a visitarlo pero él se negaba a recibirme, Harry movió todas sus influencias para que se le permitieran visitas y él muy capullo no me quiso ver ninguna de las veces que fui, ya no sabía si seguir llorando o arrojar una bombarda a Azkaban y torturar a Severus hasta que me pidiera perdón por su actitud tan estúpida.

Llegó el patronus de Harry pidiendo permiso para ir a la casa, y accedí a que viniera, apareció mientras yo estaba sentada en la sala consumiendo con la mirada las llamas de la chimenea.

- Hermione... – se sentó a mi lado y nos dimos un beso en la mejilla – ¿cómo estás?

- Bien Harry... ¿lo has visto?

- Si, ayer fui a verlo, quise darle las ideas para apelar y quedé en que le llevaría hoy los papeles para que los revisara y firmara... ¿aún no ha querido recibirte?

- No ¿sabes por qué?

- Dice que no es un lugar para ti, que no quiere que vuelvas a poner un pie en Azkaban, me pidió que lo olvidaras– me dolió que mandara ese tipo de cosas.

- Dile que se vaya a la mierda... ¿te firmó los papeles?

- No lo sé, mandé a Ginny es que tenía que hacer otras cosas – me reí irónicamente, él no recibiría a Ginny.

- No va a recibir a Ginny.

- Si la recibió, me mandó un patronus pero me dijo que en la casa me diría el mensaje de Severus – me levanté sorprendida.

- ¿Recibió a Ginny? – el asintió y mi cabeza trabajo a mil por hora: tenía un plan. – Llévame con tu esposa Harry – mi amigo abrió los ojos como plato.

- Hermione no creo que sea una buena idea, ella aún está muy enojada, no puedo controlarla, hizo un gran esfuerzo para llevarle los papeles a Severus.

- Llévame con ella... – lo interrumpí.

Inmediatamente llegamos a Grimmauld Place, pasamos el pasillo y me senté en el comedor, Ginny tenía la casa impecable, igual que su madre le gustaba el orden y tener bien atendido a Harry, mi amigo subió al piso de arriba a buscarla y escuche como bajaban las escaleras, al verme mi amiga alzó amabas cejas en señal de enfado, no le parecía tenerme en su casa y supongo que suponía que quería algo de ella.

- Ginny... quiero hablar contigo – quiso irse pero Harry la detuvo del brazo y la sentó frente a mí para después él sentarse en medio de los dos. – Por favor escúchame... se que estas molesta...

- Eso es poco Hermione, – me dijo fríamente.

- ¿Tan malo fue que amara a otro hombre que no fuera tu hermano?

- No me molestó eso, cuando me dijiste que no amabas a Ron te dije que te deseaba lo mejor, pero no al lado de Snape, no me pareció que le fueras infiel a mi hermano con un mortifago – traté de no exaltarme porque si lo hacía perdía mi oportunidad con ella – ¿Por cuánto tiempo nos viste la cara?

- Ginevra – siseo Harry en advertencia.

- Yo nunca estuve con Severus, aquel día donde tu hermano me golpeó cuando regresamos a casa le dije que lo amaba, desde ese momento empezamos a amarnos, no antes.