Más sorpresas

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MÁS SORPRESAS

HERMIONE

La pregunta seguía resonando en mi cabeza sin poder pensar claramente lo que debía hacer, respiraba con regularidad pero podía percibir los latidos fuertes de mi corazón, él dijo que me firmaría el divorcio pero ¿realmente yo quería eso? Evidentemente no, pero tampoco estaba preparada para decirle la verdad y darle a saber que le había fallado.

- ¿Quieres que me detenga y te lleve a casa? - negué con la cabeza acercándome a él tocando su pecho.

- Sigue.

- Entonces seguirás siendo mía para siempre.

Sentí su boca sobre la mía pero sólo rozándose sin llegar a besarme, mientras mi blusa era retirada de mi cuerpo y sus manos tomaban mi piel con suavidad. Hacía cálidos círculos por mi cintura y pasaba a la espalda haciendo que mi piel se erizara.

- Es verdad lo que dijiste, olvide mirarte creo que me estoy enamorando de ti de nuevo - sentía su aliento sobre mi oído haciendo que la pasión aumentara.

- La venda.

- La venda aumentará el placer - el cierre de mi falda fue bajando por sus manos acariciando mi trasero con fuerza gruñendo a mi oído - Eres perfecta siempre lo he sabido pero deje de demostrártelo - se pegó a mi cuerpo sintiendo su erección en mi pierna lo cual me provocó un gemido - Te deseo Hermione Snape - me abrazo conduciéndome hacia atrás donde caímos en una amplia cama aterciopelada y el olor me hizo sentir tranquila y extasiada.

- ¿Dónde estamos?

- A punto de hacerte el amor - estando a horcadas sobre mí sentí sus movimientos al desnudarse y atacar mi vientre a besos - Qué color tan horrible, tendré que quitarte esto.

- No sabía que terminaría así esta noche - me sonrojé con mis bragas rojas mientras me desprendía de ellas - Hueles delicioso.

- ¡Severus!

Deje de sentir su cuerpo, sin el menor ruido, con mis sentidos al máximo... jaló mis piernas, y las separó haciéndome sentir expuesta, apenada y llena de placer. Sus dedos jugaron con mi intimidad deslizándose con facilidad por la humedad que provocaban sus caricias, se separo teniendo mi quejido el cual fue interrumpido cuando su boca se posicionó ahí succionando mi clítoris. Tomé su cabello el cual involuntariamente jalaba y empujaba para ser penetrada por su lengua varias veces hasta que terminé en un profundo gemido.

Cuando me iba a quitar la venda mis manos fueron separadas hacia arriba sosteniéndolas con las suyas, me beso por fin con pasión permitiéndole el acceso a mi boca no me importó tener mi sabor en sus labios. Estaba ansiosa por tenerlo ya dentro de mí, abrí las piernas, busqué su contacto pero él huía y se reía de verme tan desesperada. Me quité el sostén escuchando un gemido de su parte, sentí en mis senos la suavidad de su boca aprovechando ese momento para acomodarme y hacer fricción entre nuestros sexos, logrando una pequeña penetración que él no soportó y terminó por quedar por completo dentro de mí.

- Nunca has sabido de paciencia.

- Muévete.

- Calma - susurró haciendo un vaivén excesivamente lento y tortuoso - Hay un bebé aquí adentro debo cuidarlo.

Comenzó con un vaivén lento que me permitió acariciar su cuerpo, era cierto la venda ponía mis sentidos al máximo, mis manos en ese momento eran mis ojos y volvían a conocer su cuerpo, su espalda ancha dibujando las heridas que tenía en el torso haciendo que miles de sensaciones recorrieran su cuerpo provocando una que otra estocada fuerte que no pudo controlar.

Siempre te estaré esperando Severus... (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora