Siete - Eterno dilema

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La noche pasada con Noel aún retumbaba en mi cabeza, reviví cada segundo cuando intenté conciliar el sueño mientras él se acurrucaba a mi lado. ¿Qué estaba haciendo? Decía que extrañaba la sensación de enamorarme pero después termino acostándome con mi amigo con quien estoy completamente segura no puedo tener una relación sería.

¿Qué me lleva a acostarme con Noel una y otra vez? Si sé exactamente lo que él puede darme y lo que no, no puede ser solo sexo... Y ahí estaba, desnuda y vulnerable junto al único hombre que puede darme lo que necesito físicamente pero con el que no puedo llevarme emocionalmente. Mi eterno dilema. Volví a dormirme.

Mi teléfono sonó mientras aún estábamos acostados, el reloj de la mesa de luz marcaba las diez y media, atendí sin ver el número en la pantalla. Gran error.

- Hola Danila, soy Blas... Estuve toda la noche pensando en unas ideas magnificas para el portal, puedo pasar por tu casa si quieres - la sorpresa de su llamado me dejó sin habla por unos segundos - Hey, Dan, ¿estás bien? ¿Te desperté?

- No, no, ya estaba despierta - me apresuré a mentir - Todavía estoy algo adormilada. Podemos juntarnos para almorzar si quieres, pero no podré quedarme por mucho tiempo, el lunes tengo el último examen, tengo que repasar... y además no trabajo los sábados...

- Shh, nena, déjame dormir... - dijo Noel mientras me apretaba más contra él.

- Oh, estás ocupada - dijo Blas con un hilo de voz, le di un merecido golpe a Noel en el brazo y las comisuras de sus labios se elevaron.

- No estoy ocupada, te espero a las doce abajo.

Me senté en la cama y eché un ligero vistazo al hombre increíblemente apuesto que estaba a mi lado, la noche anterior se había comportado como todo un príncipe conmigo y lo arruiné todo incitándolo al sexo. Sí, soy una tremenda idiota. Di un beso sobre su mejilla dispuesta a darme una ducha para mi reunión de negocios con Blas y me tomó desprevenida entre sus brazos, mientras más intentaba zafarme más fuerte me apretaba y cuando finalmente desistí comenzó a hacerme cosquillas. Quería decirle que parara pero de mi garganta solo salían carcajadas, hasta que el grito de horror de Sasha al abrir la puerta lo detuvo, segundos después me di cuenta la imagen que estaba observando ella, yo estaba completamente desnuda y retorciéndome sobre Noel. Sasha se quedó unos instantes con la boca abierta mirándonos mientras yo me moría de vergüenza.

- ¿Pero qué mierda están haciendo? - Logró articular - Dios, Nila, ¿no te cansas que este tipo viva basureándote y encima te acuestas con él? Me dices que quieres enamorarte y tienes sexo con el hombre más mujeriego que existe ¿Acaso no tienes valores o algo de autocontrol? - me sentí como regañada por mi mamá y no pude evitar reírme y quise golpearme a mí misma cuando la primera risa salió de mi boca - Me alegro que a ti te cause gracia porque yo en tu lugar estaría llorando en un rincón cuando me diera cuenta de que el único hombre con quien no debería estar está desnudo en mi cama - se dio media vuelta dispuesta a marcharse completamente furiosa y se detuvo para agregar algo más pero Noel la interrumpió.

- Vamos, linda, ¿segura que no sucumbirías en el pecado de la carne con este cuerpo? - dijo poniéndose de pie sobre la cama, agradecí al cielo de que esa vez llevara puesto sus boxers, Sasha abrió la boca aún furiosa.

- ¡Son dos idiotas! - dijo y finalmente se marchó.

- Eres increíble, ¿lo sabes? Y no en el buen sentido... - su sonrisa ganadora apareció en su rostro - Tengo una cita de negocios y luego tengo que estudiar y luego tengo que calmar a mi amiga, estás en tu casa - me levanté y volvió a tirarme encima de él solo para escrutarme con su mirada, dar un largo suspiro y dejar un pequeño beso sobre mis labios.

Incandescente - Parte de mí {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora