Incandescente - Parte de mí {COMPLETA}

Veintitrés - Sueños versus realidad

 Unos días después el letrero en la puerta de mi oficina rezaba mi nuevo nombre, no había logrado convencerlo de mantener primero el apellido de mi madre, pero por lo menos aún lo llevaba. Sí, lo sé soy una tonta complaciente. La gran mayoría de mis compañeros me observaban de otra manera, con un poco más de respeto y creo que también un poco de bronca, seguramente pensando que obtuve mí puesto gracias de que el dueño era mi padre.

Sandra se había encargado de regar un rumor de que había algo entre nosotros y antes de que pudiera defenderme tenía todo el plantel femenino de la editorial en mi oficina preguntándome qué tal había sido. A mí me daban arcadas de solo pensarlo.

 Aún no le había contado nada a Sasha y estaba más que segura que me mataría porque no había sido la primera, tampoco sabía lo de Blas e intenté evitarla los días que duraron los moretones en mi cara, porque lo más probable era que le echara la culpa a Noel.

— ¡¿Qué tú qué?! – fue lo primero que dijo cuando le solté la propuesta de Noel. – Sabes que él no se compromete con nadie. Dios, Nila ¿estás segura? – Asentí con la cabeza entusiasmada — ¿Y no es porque estás enamorada de la idea del amor verdad? ¿Lo haces porque lo amas y él te ama.

— Más que a mi vida – dije con una sonrisa tonta.

— Está bien, espero que no sea porque estás agradecida con él porque te salvó la vida...

— Si fuera así, querida amiga, tendría que casarme con Jano también – ambas pusimos cara de asco y nos largamos a reír. – Dime como te fue el otro día cuando le contaste a Sebastián la verdad...

— Estaba triste, se largó a llorar, nunca lo había visto derramar una lágrima. Me va a acompañar al médico hoy para saber cómo quedó mi útero luego del aborto. Ay Nila, ¡estaba tan ilusionado! – su cara estaba roja, estaba a punto de largarse a llorar. Claro, ella también estaba muy ilusionada.

— Todo va a estar bien, amiga – dije mientras la abrazaba – Van a tener cientos de hijos como la familia Von Trap, será hermoso y yo moriré de envidia por todo el cariño que les darás y por todo lo que se amarán.

— Tú siempre tendrás a Noel y tienes un padre nuevo, eso ya es mucho.

— No te dije la mejor parte de todo esto – dije rompiendo el abrazo, ella me observó expectante – Mi mamá se muda a la ciudad, espera... — la interrumpí cuando apenas abrió la boca – Se mudará con Jano – sus ojos casi salieron de su órbita.

— Parece un auténtico culebrón ¿Y Pablo? ¿Cómo lleva la vida de casado?

— Estupendamente empalagosos, tengo pensado ir este fin de semana a visitarlos.

— Pero tu chatarra ya no sirve Nila ¿Cómo piensas llegar allí, en moto? – levanté una ceja ante la respuesta que le tenía preparada.

— No, mi padre asquerosamente rico me llevará en su limousine con mamá y Noel.

— Me alegro mucho por ti, Nila. Realmente estás acomodando tu vida fuera del juego y del sexo por una noche. Te mereces tanto ser feliz como siempre lo soñaste – nos unimos en un abrazo interminable.

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 Ese mismo sábado llegamos en tiempo record, la verdad cambiar la chatarra por una limousine me estaba gustando. Jano tomaba la mano de mamá y la miraba completa y absolutamente embelesado, yo apoyé mi cabeza en el hombro de Noel y cerré los ojos, hasta que sus voces se transformaron en un susurro lejano y me dejaba llevar hasta el país de los sueños. Luego de que pasamos por un profundo bache que nos sacudió a todos, me desperté y mirando mi reloj me di cuenta que hacía más de dos horas que estábamos viajando, se suponía que llegaríamos más temprano y el paisaje a nuestro alrededor no era ni parecido al pueblo donde pasé la mayor parte de mi vida.