Incandescente - Parte de mí {COMPLETA}

Material extra

  Bueno, como todo tiene un final, todo termina (?) les dejo unas escenas desde el punto de vista de Noel, para cerrar con broche de oro (?) esta historia que tanto disfruté y no se preocupen, estos personajes entrañables volverán en otra historia con protagonistas que fueron secundarios :)

Gracias por leer! :D

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  Me arrepentí en el momento que marqué esos siete números en el teléfono del bastardo, sabía que ese tipo no era más que para problemas. En lo único que pensé cuando me pidió que lo llevara a un lugar divertido fue en una partida de póker, cuando Nila le rompiera el culo se iría y me dejaría en paz. Pero no, como buen idiota que soy no pensé que quizá se quedaría completamente idiotizado con ella en cuanto la viera, como les pasa a todos, era el efecto que causaban sus largas piernas, su ropa ajustada y ese delicioso par de tetas que siempre buscaban la forma de asomarse; hasta los viejos verdes que se sientan en la misma mesa que ella no dejan de mirarla. O sea, soy hombre, sé lo que otros hombres piensan de Nila con solo verla. La mayoría de las veces terminaba cada partida con los puños cerrados debajo de la mesa aplacando mis impulsos de romperle la cara a cada uno por saber lo que pueden estar pensando de mi pequeña cada vez que se inclina para recoger sus ganancias de la mesa.

Nila había salido hace un par de horas con el bastardo, tenían una puta cita, igualmente sabía que ella no iba a confesarle nada de su vida, prefería guardar las apariencias, solo era cien por ciento sincera conmigo y eso... eso me hacía sentir un maldito afortunado. Me quedé en su casa para esperarla, en realidad no estaba seguro de por qué lo hacía, ella sabía defenderse de cualquier cosa que le pase pero algo dentro de mí me decía que debía estar ahí.

Para aguantar la espera había estado tomando unos tragos con Sasha y su novio, esos dos no tenían aguante, apenas habían tomado dos vasos y ya estaban diciendo idioteces. Sasha no paraba de reírse y Sebastián estaba medio adormilado en uno de los sillones.

Unas copas más tarde recibí un mensaje de Nila que estaba subiendo y me pidió que no le pregunte nada. Si ese idiota le había hecho algo iba a matarlo. Sabía la forma perfecta de cambiarle el humor que no involucre el sexo (aunque era una muy buena medicina y nuestros encuentros habían sido muchísimo más que buenos, ella sabía moverse y yo sabía lo que le gustaba), preparé cuatro vasos para servir tequila y en cuanto entró a la sala su cara se iluminó, no estaba seguro si era por mí o por la botella que estaba sobre la mesa.

No, seguramente era por la botella, yo había dejado de existir en su burbuja con corazones hace bastante tiempo.

No me arrepentí de haber cortado nuestra historia hace ocho años atrás, ella esperaba algo de mí que yo no podía darle, era una princesa y se merecía ser tratada como tal y no por un idiota como yo que lo único que sabe hacer bien es coger y hacerla enojar. ¡Me fascina hacerla enojar! Y ver como su cara se transforma de ángel a demonio en apenas unos segundos.

— A ti, pequeña... – respondí cuando preguntó si esperábamos a alguien. Su cara volvió a iluminarse.

Jugamos una versión extraña de Verdad – Consecuencia y como ella llegó última decidimos entre todos que Nila iba a ser la primera. Mi reto fue fácil porque sabía que no le costaría nada y borraría por unos momentos el mal rato que pasó con el bastardo, pero lo hice más interesante y puse la sal en mi muñeca luego de decirle que debía tomar tres tequilas al hilo. Mi sonrisa de triunfo se acrecentó cuando su lengua rozó por primera vez ese trozo de piel sumamente sensible, Nila sabía jugar y lo hizo lentamente disfrutando lo que me hacía sentir, agradecí que no haya visto que algo estaba creciendo debajo de mis pantalones. Cuando terminó sus ojos tenían esa pequeña chispa que le daba el alcohol y pude notar que ya se había olvidado del otro idiota.