Incandescente - Parte de mí {COMPLETA}

Doce - El lanzamiento

 Todos los ejemplares con mi imagen y la de Noel estaban perfectamente exhibidos sobre una mesa en el centro de la librería; no podía evitar mirar aquella imagen y sentir un vacío enorme en el pecho. Blas estaba acomodando sus notas en un atril ubicado frente a cientos de sillas, estaba nervioso, era la primera vez que daría a conocer su cara ante su público. Hubo gente haciendo fila desde temprano por la mañana, teniendo en cuenta que la presentación sería a las dos de la tarde, era un muy buen augurio.

Blas sostuvo mi mano cuando no estaba ocupado recitando lo que iba a decir, sus manos sudaban y sus nervios me enternecían. Gracias a Dios no volvió a mencionar su confesión del día anterior, realmente era una excelente persona, no merecía a alguien tan desagradecida como lo era yo, era de lo más egoísta de mi parte seguir con él si no lo amaba, pero la realidad era que tenía miedo de quedarme sola.

Estaba todo listo para empezar, mi jefe me "invitó" (o me obligó poniendo cara de "sigo siendo tu jefe aunque te haya dicho que somos colegas") a que realice la presentación oficial de Blas. Tomé el micrófono y me paré delante de cientos de mujeres hambrientas por conocer al hombre detrás de esos libros.

— Buenas tardes damas y caballeros – comencé y pronto me sentí calmada, las palabras salieron de mi boca sin mi permiso como solía pasarme todo el tiempo – Esta tarde nos hemos reunido para conocer a este autor tan talentoso – dije mientras sostenía su libro y miraba aquella fotografía, di un suspiro – Realmente me considero su admiradora número uno, su libro anterior me enloqueció, la manera en que escribe y relata, los escenarios, las historias de amor mezcladas entre la historia de amor central. Una obra maestra sin lugar a dudas. Hace no mucho tiempo Máximo ha decidido publicar con nosotros y es algo de lo que estamos más que orgullosos. "El espejismo de Muriel" es otra obra maestra del romance, acción y suspenso, lo tiene todo. No quiero adelantarles demasiado, pero no se arrepentirán una vez que comiencen a leerlo. Disculpen por tantos elogios, realmente soy una fanática – dije y el público rió. – Ahora tengan ustedes el privilegio y el honor de conocer al autor detrás de esta magnífica novela. Un aplauso por favor para recibir a Máximo Torres – hice unos pasos hacia atrás mientras él entraba a la sala, se había cambiado en esos pocos minutos que no lo vi, llevaba un pantalón gris y una camisa blanca, su cabello estaba tirado para atrás en una pequeña cola de caballo, di un suspiro cuando me dio un beso en la mejilla, sintiéndome una más de sus fans y me maldije a mí misma por no sentir el mismo amor que siente por mí. "Gracias", susurró con una sonrisa en sus labios.

 Me paré a un costado de la sala junto a Nicole, ella estaba sonrojada y miraba el suelo, le pregunté si le pasaba algo, pero no me contestó. Permanecía callada mientras miraba con adoración a Blas, sus mejillas continuaban enrojecidas.

— Te confesó que te ama y no le respondiste... – dijo mientras Blas empezó a responder preguntas del público. Jesús... le contaba absolutamente todo a esa mujer – Danila, te pido que si no sientes lo mismo por él no dejes que se ilusione en vano, es una buena persona y sé que tú también lo eres y que no serías capaz de lastimarlo, pero no te quedes con él si no lo amas – vi reflejado en sus ojos su amor irrevocable por él.

— Tú lo amas... — no era una pregunta pero no lo negó, sus mejillas volvieron a arder y supe la respuesta al instante.

— No sé de qué estás hablando... — se mordió el labio y se volteó para mirarme – Cuando me confesó lo que te había dicho le dije que estoy enamorada de él, que no debería estar con alguien que no lo ama. Lo siento, Danila, no quiero herir los sentimientos de nadie pero siento que me saqué un gran peso de encima pero la mochila que ahora cargo es mayor. Yo sé que él te ama a ti, pero no puedo ocultarlo más aunque me haya pedido que renuncie. Por favor, habla con él, perderlo sería una agonía para mí – sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y solo atiné a abrazarla, ella me respondido con otro abrazo.