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Capítulo 4; no puedo dejar de pensar en ella.

Después de hacer una exitosa entrega regresaron a casa, Justin se dio una ducha. Durmió por varias horas hasta que amaneció, se vistió e hizo su aseo personal, avisó a Derek que saldría y no sabía cuanto se tardaría. Condujó por más de 40 minutos y paro frente a una casa color blanco, grande y con un bonito jardín en el que se notaba lo regaban y cuidaban a diario. Justin bajo del auto y tocó un par de veces la puerta.

—¡Justin!— gritó la pequeña Jazmín al abrir la puerta.

—¡Jazzy!— exclamó Justin también emocionado de ver a su hermana, la abrazo y la cargó, entró a la casa junto a ella.

—¿Quién era, cariño?— preguntó la madre de Justin saliendo de la cocina, limpiando sus manos con un trapo.

—Yo— sonrió y bajo a su hermana, ella corrió lejos de ellos.

—Te extrañe mucho, Justin— confesó su madre dándole un gran abrazo. —¿Por qué no habías venido ni llamado?— preguntó apartandose un poco.

—Había estado un poco ocupado, madre— explicó Justin.

—Llegaste a tiempo para el desayuno— dijo su madre sonriendo. —¿Por qué no vas con tú padre y le dices que venga?— preguntó.

—Sí, esta bien— sonrió su madre poniendo la mesa.

Justin caminó hasta el pequeño despacho de su padre entró a el después de tocar la puerta.

—Justin— saludó su padre desviando la vista del periódico para posarla en su hijo que estaba frente a él, se levantó y le dio un corto abrazo. —¿Cómo has estado, campeón?— preguntó gentilmente.

—Muy bien, padre— sonrió recordando a _____. —¿Qué tal han estado ustedes? ¿Qué tal el trabajo?— preguntó con interés.

—Muy bien, últimamente no eh tenido tanto como meses atrás pero la paga sigue siendo buena— explicó.

—Mamá me mandó para que te dijera que la comida está lista— recordó Justin informandole a su padre.

Caminaron hasta el comerdor charlando sobre el trabajo, su padre no hizo ninguna pregunta acerca del trabajo de Justin ni sobre su vida amorosa, lo que a Justin le agradó de parte de su padre. Se sentaron en una silla alrededor de la mesa.

Oraron dando gracias por la comida, por la visita de Justin y porque tenían buena salud, después de eso se dispusieron a comer lo que la madre de Justin había preparado aquella mañana.

—¿Ya tienes novia Justin?— preguntó su madre mientras partía un trozo de carne con sus cubiertos, Justin se atragantó con el pedazo de carne y tomó un sorbo de limonada.

—¿Novia?— preguntó nervioso. Su madre lo conocía bastante bien y no le podía mentir.

—Sí, novia— afirmó mirándolo.

—No...— respondió aún con un nerviosismo que hizo que su madre no le creyera en lo absoluto.

—Ya ten una novia, Jus— habló Jazzy haciendo un puchero tierno. —Quiero venga y que juegue conmigo— la pequeña se veía tan ilusionada.

—Tal vez, después— respondió sutilmente.

—¿Eso quiere decir que hay alguien?— preguntó su padre con interés.

—S-sí, tal vez— habló con una voz temblorosa.

—¡Oh, cariño, eso es genial!— exclamó su madre alegre, con una sonrisa enorme. —Espero que la puedas traer pronto para así poder conocerla, seguro que es muy linda...

A Million Men. |j.b| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora