Capítulo 32; nacimos para morir.Encontró una nota junto al cuerpo sin vida de Jonathan.
"El siguiente eres tú, está es solo una advertencia"
Lo leyó y al instante supo de quien se trataba.
Justin.
Alisto algunas cosas, mientras Sarah lo esperaba afuera, ella entró y gritó al ver el cuerpo del tipo tirado.
—¿Qué ha pasado?— preguntó cubriéndose la boca.
—No lo sé, lo encontré aquí— murmuró cerrando la mochila.
—Iré afuera— murmuró asqueada.
Ella salió mirando hacia el suelo, el frío viento chocó contra su rostro provocándole un escalos frío y su cabellera danzar. Cerró los ojos y olfateó el olor a cigarrillo. Sus ojos se encontraron con unos mieles totalmente oscurecidos.
—¿Qué haces aquí?— preguntó ella.
—Bueno, termine de hacer un trabajo— sonrió dándole la espalda. —Pronto sabrás de mí...
La dejó en un estado de shock, ¿debería decirle a Edward de lo sucedido?
—¿Qué te parece si mejor mañana nos vamos?— sugirió él.
—Sí...— lo tomó de la mano. —¿Qué harás?— preguntó apretando su mano.
—Resolveré algunos asuntos pendientes— ella asintió no muy convencida.
—Quédate conmigo— pidió haciéndole un mohín.
—Sabes que no lo tienes que pedir— la tomo de la barbilla y besó sus labios.
—Mejor vámonos hoy— sus ojos divagaron por todo el lugar sin encontrar nada.
—¿Qué pasa, Sarah?
—Es que te quiero solo para mi— lo tomo del cuello de la camiseta.
—Soy tuyo— besó su frente.
En ese momento se dio cuenta de que él la quería de verdad. Pero ahora ella tenía miedo de lo que pudiera pasar y suspiró pesadamente.
—Vi a Justin— soltó de pronto y él la miró con el ceño fruncido.
—¿Cómo?— cuestionó.
—Estaba por aquí— murmuró.
—¿Qué te ha dicho?
—Mencionó algo como que pronto iba a saber de él— explicó confundida. —No sé a lo que se refería— se encogió de hombros.
—Te voy a llevar a tu departamento, no salgas de ahí por nada— ella asintió.
—No quiero que te pase nada— confesó aferrándose a él. —No te vayas— suplicó mientras sus lágrimas recorrían sus mejillas velozmente.
—Nena— limpió sus lágrimas estrechándola entre su pecho. —Te prometo que no me pasará nada— beso su cabeza. —Sí quieres vamos— ella asintió tomando su mano y sorbiendo su nariz.
Entraron al auto mientras Edward lo encendía ella se acomodó en el asiento del copiloto.
¿Qué demonios hacían frente a un hospital? Edward bajó y la dejó esperando al rededor de unos 10 minutos, luego caminó a ella.
—Sube al auto, nos vamos— ordenó.
—¿Qué pasa?— preguntó subiendo al auto.
—No es nada, linda— arrancó el auto haciendo rechinar las llantas.
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A Million Men. |j.b|
Fanfiction¿Cómo podré explicarle a mi novio y amigos que duermo con un millón de hombres? Ella necesita ser salvada de un millón de hombres y él podrá ser su salvación.