A Million Men. |j.b|

«19»

Capítulo 19; verdad a la luz.

Hoy inusualmente el clima era cálido, el sol estaba radiante, Troye como siempre se encaminó a su trabajo después de como todos los días hacer un poco de su rutina, respiro hondo y entró con su rostro iluminado por una sonrisa.

Comenzó acomodando algunas antigüedades, al terminar se sentó frente a la barra y espero a que un cliente cruzara la puerta. Puso algo de música tranquila, daba un toque de un lugar muy acogedor.

La campanita sonó anunciando la llegada de un cliente, Troye se puso derecho y sonrió saludando.

Un castaño de ojos azules era ese nuevo cliente, se dedicó a observar cada pieza que se encontraba ahí, pero algo en especial llamó su atención, un brazalete plateado, tenía algunos dijes colgando de él, era totalmente precioso y no dudó ni dos segundos en pedirlo.

—Es precioso— murmuró encantado.

—Lo es, ¿es para tu novia?— preguntó Troye mostrándoselo.

—Es una chica muy especial— murmuró él. —Quisiera que se diera cuenta.

—Seguro le va a encantar— le sonrió. —Gracias por tu compra, vuelve pronto— el chico salió dejándolo solo.

Troye estaba aburrido, comenzó a reordenar el pequeño bazar, otro chico castaño y de ojos miel entró, no le dio tanta importancia hasta el momento en que el chico pagó, él lo conocía de algún lugar, había comprado un par de libro y había mencionado algo más pero no logró escucharlo, hasta que salió. Aún se había quedado pensando en lo familiar que le era, castaño, ojos miel, alto, con tatuajes, ¡claro! Era nada más ni nada menos que el famoso Justin, el novio de Sarah. Pero a Sarah no le gustaba leer.

Alex entró con su peculiar sonrisa para Troye.

—Eh visto salir a Justin de aquí— dijo. —¿Qué a comprado?

—Un par de libros, murmuró algo, pero no le entendí—frunció ligeramente el ceño.

—A Sarah no le gustan los libros— dijo desconcertada.

—Pudieron ser para su madre, incluso pudieron ser para él — se miraron ambos.

—Imposible, ¿el chico rudo leyendo libros de amor? —soltó una carcajada.

—Necesitamos ver a Sarah— sugirió Troye.

—Sí, quisiera que bebiéramos hasta vomitar y hablar de todo— murmuró con una sonrisa.

Troye se quedó en silencio, comenzó a hacer su trabajo mientras Alex se quedaba ahí recordando absolutamente todo. Pero estaba decidido, esta noche habían quedado con Sarah.

{...}

—Pattie— murmuró la chica entrando a su habitación.

—¿Qué pasa, cariño?— preguntó mirándola.

—Niall me llamó, quiere salir conmigo...

—¿Cuál es tu preocupación?— preguntó curiosa.

—La ultima vez que salimos corrí y lloré, no quiero que él sepa lo que fui...— sus ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Cariño— la abrazó. — Sí él te quiere te aceptará con tus defectos, con tu pasado y estoy segura que él lo hace, él te quiere— besó su cabeza. —Cuando estés preparada puedes contárselo.

—Gracias, mamá— murmuró antes de irse.

Los ojos de Pattie se llenaron de lágrimas al escucharla llamarla así, ella no sabía cuánto había sufrido esa chica, pero le quería dar todo el amor y la felicidad que no pudo tener.