A Million Men. |j.b|

«30»

Capítulo 30; no temas al futuro.

La noche fría y oscura se apoderaba de la ciudad. Las estrellas brillaban, pero la luna lo hacía aún más. El viento soplaba haciendo que cualquier persona tuviera escalofríos.

Su mirada se posó sobre la gran puerta de madera, estaba temblando, estaba asustada. Suspiró y regresó a su lugar. Estaba mal y lo sabía.

La droga había comenzado a hacer su trabajo, su cuerpo de un momento a otro se relajó, sus pupilas dilatadas y sus labios temblaban levemente por el frío que tenía por su atuendo.

—Vete a trabajar— ordenó Jonathan tomándola del brazo y sacándola de su eterna soledad, el sótano.

Ella no respondió como de costumbre,  subió al escenario y el show comenzó. ¿Los policías? Buena pregunta, también disfrutaban del show, también eran unos cerdos, como los demás clientes.

Entonces su mirada se iluminó, era él, estaba ahí por ella. Él murmuró algo a un guardia, luego él le dio una sonrisa y caminó hacía el lugar.

—Vine por ti— murmuró mirándola.

Ella simplemente le dedicó una sonrisa y siguió con el show. Al finalizar este, la guiaron a la habitación.

—Justin— suplicó en voz baja y temblorosa.

—Ya estoy aquí— besó su frente.

Ella rodeó su cuello con sus delgados brazos, sus respiraciones mezcladas, las manos de Justin descansaban en su cintura. Vacilante acercó más su fino rostro hacía el de Justin. Cerró los ojos y aún de esa manera, ninguno  de los dos reaccionaba.

Cerró los ojos con fuerza y medio sonrió. —Gracias...— murmuró sin alejarse de él. —Te amo— sus lágrimas no tardaron en aparecer.

Justin quedó sin aliento, pero algo dentro de él cosquilleó. —Nena— murmuró acariciando su mejilla. —También te amo— correspondió.

—No quiero que te pase nada— él negó. —No me saques de este lugar— él no podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Qué?— cuestionó incrédulo. —¿Estás loca?— ella negó.

—No quiero que te hagan daño.

—A ti te están haciendo daño cada día que sigues aquí encerrada— replicó.

—Eso no importa ya— suspiró cansada. —Estoy acostumbrada— se alzó de hombros.

—Una vez que te saque nos iremos lejos— ella no parecía convencida.

—Me encontrarán— sus ojos le dieron una mirada débil, estaba tan cansada.

—No le temas al futuro— le miró suplicante. —Por favor, no podremos evitar que las cosas sucedan, tenemos que vivir y ya, arriesgarnos. Todo o nada— estaba decidido, estaba seguro de sí, tenía esa energía positiva que le ayudaría.

—Lo intentaré— asintió. —Por ti.

—Mañana regresaré— besó sus labios cortamente y besó su frente para salir.

—Justin— murmuró pero ya era demasiado tarde, él se había marchado.

{...}

Nadie sabía en lo absoluto donde se encontraba ella, simplemente Justin y Derek lo sabían. Los días para Troye eran tormentosos, pasó de tenerlo todo y en un mínimo momento todo se terminará. De nuevo estaba desesperado, Alex había estado más concentrada en Derek y él estaba por su cuenta.