Seis días después del video.
Se mojó la cara una vez más antes de ponerse el distorsionador de voz y la máscara de payaso.
Había estado ocupado con los preparativos para el próximo ataque así que no había visto a su juguete hacia unos tres días. Jungkook estaba intranquilo, ya quería hacer todo lo que tenía planeado con el chico o se volvería loco.
Pero no podía dejar de lado sus responsabilidades como el líder de una manada de lunáticos sedientos de sangre. Jungkook era bastante inteligente como para saber que aquello era un arma de doble filo, debía mantenerlos contentos si no quería cortarse.
Ya tenía todo listo así que podía darse el lujo de pasar unas horas en compañía de Jimin. Cuando ya tuvo el traje puesto se acercó al mueble que había en la esquina de la habitación y extrajo de allí una pistola negra. Pasó sus dedos por el acero con lentitud, aquel era un lindo modelo.
Se iba a divertir mucho ese día.
Avanzó por los pasillos mientras silbaba una canción. No había nadie más en la cabaña y eso le facilitaba las cosas para hacer de las suyas. Se sentía bastante alterado por los preámbulos de sus siguientes fechorías y necesitaba con urgencia sacar eso de su sistema. Mientras más calmado estuviese las cosas marcharían de mejor manera.
Saco la llave de su bolsillo para introducirla en la cerradura y girarla a la derecha. Apenas vio el interior del "calabozo" que el había construido para su juguete una sonrisa se le dibujó en el rostro. La imagen era preciosa según Jungkook.
Jimin estaba acostado en una esquina abrazando sus piernas, parecía estar temblando del frío. Su cabeza estaba medianamente escondida pero podía ver los ojos rojos del llanto y el cabello sucio a falta de un baño. A Jungkook le encantaba verlo tan desamparado, si pudiese tomaría una foto y así guardaría el momento para siempre.
– Buenos días, Jiminnie.
Su voz lo despertó y de inmediato el nombrado levantó la cabeza para acomodarse con dificultad. Se veía que estaba débil por no querer aceptar la comida del lugar y solo tomar agua.
– Te ves fatal, Jiminnie.
A Jungkook le gustaba mofarse, ver la cara de odio de Jimin era algo exquisito. Aquella situación era el extasis de Jeon, humillar a la gente siempre había sido su fetiche, como el enfermo sadico que era.
– Estas siendo un mal educado, ni siquiera me haz saludado.
Jimin miro hacia la pared dispuesto a ignorar la presencia de Jungkook. Este último se rió, aquellos berrinches no hacían otra cosa que aumentar las ganas de jugar que tenía. Sabía que Jimin sería un juguete interesante e iba a aprovecharlo al máximo.
– Pequeño Minnie. Si no me contestas voy a hacer algo que no te gustará.
Jungkook vio a Jimin temblar pero aún así no dijo nada. No pudo evitar preguntarse cuánto le duraría la valentía de contradecirlo. Aunque era divertido Jungkook debía enseñarle quien mandaba allí.
– Oh Minnie, que mal niño eres.
En menos de un segundo llego hasta Jimin y tiro de su cabello con la mano derecha. El chico gimió de dolor y trató de zafarse pero no tenía fuerza alguna para hacerlo. Jungkook se rió para luego, con la mano que tenía libre, buscar en el bolsillo del traje la pistola que traía.
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Sr. Payaso ◆ Kookmin ; 국민
Fanfiction❝Donde Jungkook se viste de payaso para asesinar y Jimin no lo sabe.❞ ✿ Advertencias: Contenido homosexual, asesinatos. ✿ Fanfic Kookmin, Jungkook activo. ✿ No se permiten copias ni adaptaciones © ...