013.

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Un año antes del vídeo.

Jimin se sentía dolido aún. A pesar de que ya habían pasado dos años desde la muerte de su padre y que su madre ya estuviese casada con otro hombre las cosas en su mente seguían igual de frescas haciendo el dolor más presente que nunca.

No culpaba a su madre por casarse con el padre de Namjoon, sabía que se sentía sola y necesitaba apoyo después de el inesperado ataque al corazón que sufrió el señor Park. Ella no estaba acostumbrada a hacerse cargo de todo por si misma así que una parte de el agradecía que hubiese tomado aquella decisión.

Pero seguía sintiéndose solo, añorando los consejos y bromas de su padre. Deseaba escuchar su risa al menos una vez más, aunque fuese por unos segundos. La casa en la que estaban viviendo ahora se sentía muy grande para el, como si estuviera en la boca de un monstruo a punto de tragarlo. Era por eso que siempre caminaba hasta el parque para sentarse en el columpio y dejar que su pensamientos divagaran por horas. Era el único escape que tenía a mano.

Recuerda la primera vez que lo hizo. Fue el día en que su madre le comunico que su padre había dejado esta mundo para siempre.

El había estado en clases durante esa mañana y había decidido que apenas saliera se iría corriendo al hospital, pero nada salió como había planeado. Su madre le llamo cuando el timbre de salida sonó y apenas la escucho llorar a través del auricular supo lo que había pasado.

"Lo siento tanto, Jimin" dijo ella.

No tuvo la fuerza suficiente para irse directamente al hospital y simplemente comenzó a caminar sin rumbo alguno esperando que todo fuese un sueño. Su cuerpo se sentía pesado y cada paso era una tortura para él. Iba tan asumido en su mundo, con los audífonos puestos a todo volumen y tan perdido que ni siquiera noto cuando un parque bastante abandonado se alzó frente a su vista.

En el lugar había un columpio oxidado más bancas un tanto rotas por el descuido alrededor. Era un parque que jamás había visto y en ese momento le pareció el escondite perfecto para aislarse del mundo. Recuerda haberse sentado sobre el columpio un rato hasta que el nudo en la garganta se le hizo insoportable y comenzó a llorar de forma descontrolada porque el dolor era mucho.

Ese día mientras lloraba escucho unos pasos tras el y cuando se dio vuelta no vio nada. Por un segundo imagino que era el espíritu de su padre queriendo despedirse de el al no tener la oportunidad anteriormente. Nunca sabría lo que verdaderamente le estaba asechando ese día.

Ahora estaba en el mismo columpio después de un año y se sentía igual o peor. Trataba de llevar las cosas con normalidad pero al final del día seguía sintiéndose vacío, sin poder hablar de lo que sentía por miedo a molestar a los demás con sus cosas. Lo único que le ayudaba a olvidarse de aquella pesadez que sentía era ver a escondidas al chico que había llegado hace un año a la escuela y que había causado un leve enamoramiento en Jimin.

Jeongguk era su nombre.

Se dedicaba a observarlo de lejos, sin ser capaz de buscarle conversación. Jamás había visto a un chico tan guapo y que no se jactara de ello. Le gustaba la forma de sus dientes, los había visto pocas veces ya que Jeongguk no acostumbraba a sonreír pero cuando tuvo la suerte de verlos se dio cuenta que parecían paletas de conejo. Demasiado lindo para el bien de Jimin.

Así que cuando iba al parque también se dedicaba a fantasear con Jeongguk, preguntándose a si mismo que se sentiría besarlo o tan siquiera sostener su mano. Le gustaba el chico y le hubiese gustado no ser tan tímido para lograr conocerlo más allá de la fachada de chico cerrado en si mismo que se empeñaba en demostrar cuando estaba en la escuela.

Jimin alzó la mirada y se dio cuenta de que ya era de noche. Jamás se había quedado estaba hasta tan tarde en el parque, de seguro su madre ya se estaría preguntando donde estaba y por qué aún no llegaba a cenar. Se levanto del columpio sacudiendo su chaqueta para comenzar su marcha hacia la casa.

Pero algo lo detuvo.

Las cosas pasaron tan rápido que ni siquiera tuvo oportunidad de gritar cuando alguien le tapo la boca y puso un cuchillo directo en su garganta. La sangre se le subió a la cabeza logrando que todo su cuerpo temblara de sopetón. Podía sentir el pecho de un hombre pegado a su espalda, tan peligrosamente cerca que le hacía querer desmayarse.

– ¡No tengo dinero! –chillaba Jimin pero no se le entendía nada gracias a la mano que estaba en su boca.

Trato de zafarse pero el hombre logro inmovilizarlo apretando más el arma corto punzante contra su piel. Las lagrimas comenzaron a caer de los ojos de Jimin porque no entendía que pasaba, si el atacante iba a robarle algo ya le hubiese revisado los bolsillos o algo, pero no. Tan solo lo tenía ahí a punto de asesinarlo pero sin hacer nada.

– Por favor, déjame ir –susurraba para que el hombre lo escuchara–, te lo ruego.

El tipo gruño y tiró a Jimin al piso para luego sentarse a ahorcadas sobre el mientras lo tomaba por el cuello logrando cortar su respiración. El atacante llevaba un pasamontañas haciéndole imposible a Jimin verle la cara. Por un momento dejo de luchar ya que el aire se le escapaba más rápido de los pulmones y decidió que quizá lo mejor era dejar este mundo de una vez por todas, aunque no tuviese idea de por qué.

Sintió el cuchillo en su nuca y la mano del hombre temblando sobre su cuello. Jimin trataba de mantener los ojos abiertos pero hubo un momento en que se le hizo imposible, ya no quedaba mucho para que su corazón se detuviera a causa de la falta de oxigeno y ya no había nada que hacer.

En ese momento el hombre lo soltó.

Claro, no sin antes hacerle un corte profundo en la parte de atrás del cuello.

El tipo se levanto dejando ver el cuchillo en su mano donde goteaba la sangre de Jimin, a pesar de que el corte no fue profundo el liquido rojo lo mancho bastante. Jimin se le quedo mirando sin entender nada mientras que el hombre parecía estar enojado por algo. 

Aunque ahora podía respirar Jimin sentía que se iba a desmayar en cualquier minuto gracias al mareo que le dejo la falta de oxigeno, así que con la poca fuerza que le quedaba preguntó:

– ¿Por qué?

Luego se desmayo perdiendo el conocimiento y  sin poder escuchar la voz de Jeongguk diciendo:

– Porque me haces débil, Jimin.


[ ♡ ]


Nota: Maratón 1/4.

Nota: Maratón 1/4

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Sr. Payaso ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora