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Me entristece ver tantas mentes vacías, sin cultura, sin pasión.

A veces, echo la culpa al estado, "Es más fácil guiar a  rebaños" 

Pero, la realidad es otra, ellos no despiertan, no son curiosos.

Viven sin ilusión, aturdidos en una melancolía disfrazada de alegría.

Pero es irreal.Se ha borrado la capacidad de asombro, y así vamos.

Ya no hay entusiastas, hablando de algo con pasión.

Solo personas, dormidas, viviendo una utopía.

Pero no pienso caer en esa trampa.

Seré rebelde con ganas, la curiosidad me puede y el aprender me encanta.

¿Que puede salir mal?

enamorándome  con la mirada y soñando en verso.

Cartas anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora