Capítulo 9

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¡Cuánto tarda la noche en llegar cuando uno sabe que en ella se juega la vida!

Las horas pasaban solamente para el tiempo y para el reloj. No para mí.

Estaba completamente decidido a entrar a la habitación de la princesa por aquel pasadillo.

El interés y las ganas siempre vencen a todo lo que quieran decir "no" o "basta".

¿Cómo se hace para decirle "no" a quién ya aprendió a luchar?

¿Cómo se hace para decirle "basta" a quien su vida le enseñó a no abandonar sus objetivos?

¿Y si ese objetivo es un sueño?

¿No hay algo de ilusión en la realidad y algo de realidad en las ilusiones?

¿Puede, entonces, un sueño hacerse realidad sin dejar de ser sueño?

Simón sonreía preocupado. Esa sonrisa me recordaba el momento en que nos conocimos. ¡Qué diferente éramos! Pero siempre con la misma esencia.

Nuestro espíritu por salvar al mundo, por vencer al odio y por la lucha entre la felicidad conformista y la felicidad total no había desaparecido ni habían sido reemplazadas por todo lo que habíamos aprendido.

¿Cómo puede la gente vivir sin interés ni ganas por algo especial?

Luego de escribir estas líneas pude contestar al menos dos de mis mil nuevas preguntas:

A aquel que aprendió a luchar, en vez de decirle "no" se le debe decir "enséñame" y a aquel a quien su vida le enseñó a no abandonar sus objetivos a ese "basta" hay que cambiarlo por un "tal vez valga la pena seguir".

Y el mundo seguirá girando por la fuerza de ese "enséñame que tal vez valga la pena seguir" y no por la ignorancia de una simple mayoría.

El verdadero humano nunca utiliza las palabras "no" y "basta" en el momento de luchar con SU vida por LA vida.

La princesa del poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora