La hermana de Vegeta | 1

Capítulo 18: Lágrimas de odio

Bulma estaba agitada, seguía mirando en la dirección en que se habían ido pero luego solo comenzó a correr hasta la nave. Sus manos temblaban, su mente andaba a mil y solo hacía las cosas de forma autómatica. Su cuerpo solo actuaba por memoria muscular.

— ella estuvo aquí todo este tiempo..— susurró cuando ya se había elevado y la nave volaba rápidamente en la dirección contraria a la que se habían ido.

―Todo es culpa de Maki Gero..― pequeñas lágrimas recorrían su rostro.. lágrimas de enojo, de odio

«Ella no estuvo aquí cuando llegaron Raditz y Nappa a la Tierra. Cuando derrotaron a Freezer. No estuvo en mi boda con Vegeta. Se perdió el nacimiento de Trunks, ¡y la muerte de Goku y Vegeta!»

Aterrizó en el patio de la casa. Ya se había calmado un poco. Comenzó a sacar las compras del auto poco a poco para luego guardar la nave en la capsula y ponerla en su estuche. Inmediatamente comenzó a ordenar las compras en sus respectivos lugares. 

Caminaba y se movía rápidamente por todos lados dentro de la casa. Subió los materiales al laboratorio, los ordenó. Luego bajó a la cocina, ordenó todas las compras. También ordenó las cosas que estaban fuera de lugar. Su cuerpo temblaba aún. Sentía que el tiempo se había detenido. Estaba desesperada por noticias.

Sus nervios estaban por las nubes. Se preparó un café sumamente cargado y trató de tomarselo. Justo en ese momento la puerta se abrió de golpe. Trunks venía entrando. Traía a ______ en brazos, inconsciente.

Bulma se levantó a verlos. Sus piernas fallaban. Miró a su hijo con los ojos abiertos a más no poder. Se llevó las manos a la boca.

— Yo estoy bien.— Trunks se acercó.— Ella me protegió, Mamá.

Eso la hizo reaccionar inmediatamente.— Llévala a las salas de curaciones ¡Rápido!

Trunks asintió y corrió en esa dirección. Bulma fue hasta su habitación por el botiquín para curaciones. Al llegar lo vió sentado en una silla, lejano a la camilla en donde estaba ______ aún inconsciente. Se encontraba de brazos cruzados y miraba con el ceño fruncido.

Bulma tomó aire y se acercó. La removió y le habló suavemente pero no reaccionó. 

— Voy a curar tus heridas..— le murmuró cuando comenzó a sacar la parte de arriba, una chaqueta de cuero. Estaba extrañada de no verla con su armadura. Estaba vestida "como humana", como ella decía. 

Sacó una chaqueta de cuero que le quedaba apretada al cuerpo. Debajo de esto, una polera también apretada al cuerpo pero blanca. Estaba manchada de sangre y rota.

Sentía miedo de tocarla. Ella se estremecía cuando cubría sus heridas con algodón empapado de alcohol. Estuvo unos minutos así, pero luego se detuvo.

—Trunks..— se giró a verlo.— ¿Puedes dejarnos solas?

Él frunció el ceño.— ¿No es peligrosa?

Eso la hizo sonreír.— Si hubiera sido peligrosa, nos hubiera matado apenas nos vió. Ve a bañarte tranquilo. Estaré bien. 

La miró con un poco de duda, pero confiaba en sus palabras. Se levantó y besó la cabeza de su madre para luego irse y dejar la puerta cerrada. Bulma suspiró y siguió con lo suyo. La dejó semi-desnuda y luego le puso la ropa más holgada que encontró. 

— no tengo tus armaduras a mano.— le murmuró. Se sentía un poco divertida al verla vestida como "humana"

En esos momentos estaba sintiendose un poco aliviada. Como si su llegada hubiera significado una solución inmediata a toda la problemática del planeta. Sentía un poco chistoso que su retorno haya sido justo el mismo día en que celebraban el cumpleaños de su hermano.

— Él siempre te esperó.— murmuró cuando terminó de arroparla.

—¿Cómo está?. — Se giró y vio a Trunks. Tenía una toalla en la cabeza y seguía con su rostro serio.

Bulma suspiró—sigue bien, o eso es lo que creo.