Capítulo 27.

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Tina:
No tenia ni idea del porque Dani me invito a cenar, la verdad siempre soy yo la que lo invita a cenar, ya que no le gusta ir a restaurantes finos, aunque me pareció buena la idea de ir con el, salir y olvidarme de este feo sentimiento que tengo dentro.

Llegue al restaurante y le dije al recepcionista que me estaban esperando.

-Claro- Dijo el- Venga por aquí.- Dijo sin ni siquiera preguntarme mi nombre... Eso era raro.

-Gracias-

-Aquí es- Dijo señalando una mesa, en la cual no había nadie-

-Eh bueno, supongo que la persona que me esperaba no a llegado- Dije sentandome.

-Si, al parecer llegará un poco tarde- Dijo guiñando su ojo.

El mesero se fue, yo mire a todos lados buscando a Dany, pero no lo veía... En ese momento vi a Mauro con el mismo recepcionista que me atendió a mi. Venía adonde yo estaba.
Apenas lo vi lo único que pude pensar era en sus lindos ojos. Pero se me salio decirle.

-Que haces aquí?-

-Eso mismo me pregunto yo. Yo venía a ver a Dany-

-No, yo venía a ver a Danny-

-Bueno y por que no aprovechamos esta cena?- Dijo Mauro con una sonrisa de medio lado.

- Si, ya la cena esta paga- Dijo el mesero- Sientense y disfruten.-

Pasaron horas y horas, y el único tema que pudimos tocar era sobre la comida, me divertí mucho la verdad, aparte de que Dany pago mucha comida. Yo estaba feliz.

En el momento del postre podíamos elegir lo que quisiéramos, yo pedí chocolate caliente y un muffin, y Mauro pidió lo mismo ya que hacía mucho frío.

-Jaja, que bueno que Dany hizo esto, ya que nos pudimos reconciliar- Dijo Mauro sonriente.

- Si eso me hace feliz- Dije tomando un sorbo de chocolate.

-Eh.. Tienes un poco de chocolate en la cara- Dijo Mauro señalando mi rostro.

- Eh donde? Aquí?-

-No, Hay- Dijo señalando.

-Aquí?-

-Nooo, hay!-

-Aquí? -Dije molestando lo.

-Aquí mira- Dijo levanta dose de su silla para ir a limpiarme la cara-

♡♡♡♡

Mauro:

Apenas me levante para limpiarle el rostro a Tina, me quede viendo sus hermosos ojos, Brillantes que me miraron fijamente, le limpie con una servilleta y luego la abrace.

-No quiero que me dejes- Dijo ella con tono triste.

-Y yo no quiero dejar te nunca - Dije mientras la volvía a mirar.

La vida de una chica cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora