Capítulo 30.

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TINA:

Llegamos al parque, ya habíamos comprado el helado, estábamos sentados en una banca mirando a las personas que pasaban, entre estas vimos a una pareja, iban tomados de la mano, sentí la mirada de Mauro, y yo lo mire, lo abrece y le dije.

-No quiero que te vayas.-

-Lo siento, necesito hacer la voluntad de Dios, aunque no quiero, pero no puedo satisfacer los deseos de mi carne.- Dijo mientras me correspondía el abrazo.-Te amo, y no quiero dejarte.-

Nos quedamos un rato abrazados, me sentía en sus brazos segura, sentía que no me pasaría nada, era impresionante, no me sentí triste porque quizás nunca lo volvería a ver, me sentía feliz.

-Adiós- Dije despidiéndome de Mauro.

-Segura que no quieres ir con nosotros al aeropuerto?-Dijo Danny.

-Sí, no me gustan las despedidas.-Les dije, mientras trataba de ocultar mis ganas de llorar.

-Bueno, no quiero que perdamos el contacto-Dijo Mauro, mientras trataba de tratarme como una simple amiga. Lo único que yo pude hacer fue ponerme a llorar.- Hay no te pongas así, me pondrás a mí a llorar también, solo ora para que Dios te de paz.- Dijo mientras me abrazaba. Quedamos de frente a frente, nunca me había dado cuenta de que nunca nos hemos besado, mientras nos íbamos acercando no pude pensar más en que no quería dejarlo, sentí en mi estomago como si tuviera muchas mariposas y hormigas. Sentí un fuerte dolor en el pecho y como si me hubiera dado un choque eléctrico, caí al suelo, vi como a él le paso lo mismo.

-Estan bien?-Dijo Danny corriendo a donde nosotros.-

-Emm, si si, estas bien tu?- Me dijo Mauro a mi mientras se tocaba el pecho con una cara de dolor.-

-Sí, no paso nada-

-Bueno entonces, vamos, porque si no, vas a perder el avión.-

Mauro:

Estaba ya en el avión, y no aguantaba ni un segundo mas sin Tina, mi corazón latia disiendo Tina, yo la amaba, no quería dejarla. Empece a orar. Pero había un chico a mi lado que no le gusto mucho la idea de que yo estuviera orando, y con la biblia entre las manos.

-Dios no sirve para nada-Dijo mientras yo terminaba mi oración.-

-Disculpa?- Dije volviendo a verlo mientras el le pedia una almuada a la asafata.

-Si, Dios no existe, no pierdas tu tiempo.-

-Bueno, y por que llego a esa conclusión?- Dije mientras tomaba los audífonos y los conectaba a la pantalla del avión.

-Bueno, toda la vida le resado aves marias, y siempre e pasado hambre solo hasta ahora pude tener algo y es por mis propias fuerzas.-

-Oh bueno, em, creo que no tengo respuestas para eso.-Dije algo pensativo.

Todo el viaje estuve pensando en lo que el señor me dijo, estuve orando para que Dios me diera una oportunidad para hablarle de el, pero no se me ocurria nada.

-Disculpen, señores pasajeros, tendremos que aterrizar en una zona verde por que en el aeropuerto no hay espacio disponible. Tendremos que pasar la noche aquí.- Dijo el piloto, mientras el señor de al lado junto con todos los pasajeros se volvían locos por querer llegar rápido.

-Pero que rayos-Dijo el señor del asiento a la par de mi.-Necesito llegar rápido a mi destino- Dijo mientras me volvia a ver-Tu-Dijo señalándome-Si tu Dios es tan bueno, y es super poderoso como ustedes los cristianos dicen, pues as que volvamos, puedes hacerlo, o tu Dios no existe?-

-Oh emmm- Me puse a pensar en que pasaría si le digo que si, pero sentí en mi interior una fuerte sensación por decirle que si, que Dios nos haría volver a volar.- Si, Dios nos hara llegar.- Eleve una pequeña oración al cielo, pensaba en que pasaría si no despegabamos, era de noche y no podía ver nada por la ventana, solo esperaba que Dios me ayudara en esta ocacion. Termine mi oración e inmediatamente el piloto dijo.

-Señores y señoras pasajeros, por una extraña razón, ahora hay espacio en el aeropuerto, volaremos para ir directo a Corea, espero que la razón sobre natural por la que alla pasado esto sea algo bueno, los dejo, en 30 minutos llegaremos a nuestro destino.- Oh eso era algo sobrenarutral. Era algo super genial, era algo que tenia que contar.

-Oh vaya, tu Dios real mente existe- Dijo el mientras todos aplaudían y yo estaba estupefacto.

Llegue a Corea, necesitaba un hotel donde quedarme, me había dado cuenta que me había hospedado en un hotel pero para el dia siguente, asi que alquile un auto y Sali de la ciudad. Mientras salía de la ciudad, sentí unas fuertes ganas de comer algo, y lo único que había abierto a esa hora era una gasolinera, con una tienda 24/7.

Tina:

Tenia que ir a recoger a Sofi y a Dennis al aeropuerto, la cosa era que no tenia gasolina, entonces fui a la gasolinera mas cercana de la casa, todavía me sentía algo mal por que Mauroo se halla ido, pero tenia mas paz que antes, había orado toda la noche, había visto una tienda 24/7 y quería comprarle los dulces favoritos de Sofi, ya que hace mucho no la veía, y necesitaba contarle muchas cosas. Cuando me baje del auto, empezó a llover.

Mauro:

Cuando me baje del auto empezó a llover.

Tina y Mauro:

Inmediatamente sentí un choque en el corazón.

Tina:

Ya no estaba en la gasolinera, bueno estaba en una gasolinera, pero no era la misma.

La vida de una chica cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora