Conociendo a un nuevo amor

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"La gente cree que puede ignorar un recuerdo como si nada hubiera ocurrido, pero donde hubo fuego, cenizas quedan"

En esta parte de la historia, Jason creía haber olvidado de una vez por todas a la chica que apareció en sus sueños aquella noche, pero claramente se estaba mintiendo a sí mismo. Después de algunos días estudiando en su nueva sección, se había fijado en el salón de clases, completamente igual al anterior salón en que estaba: paredes decoradas, carpetas nuevas de tonos gris y cremas, y muchos alumnos con diferentes historias, incluyéndose él mismo, escondidas detrás de rostros inocentes que ansiaban salir al mundo cruel, aunque ellos no sabían que lo era.

Unas estudiantes llamaron la atención de Jason: un curioso grupo de cinco chicas. Primero entabló amistad con una de ellas y su nombre era Gabriela. Las palabras alocada y juguetona se quedaban cortas ante su presencia. Y las amigas de ella no esperaron mucho y también se convirtieron en amigas de Jason.
En su estadía en esa sección, él y las chicas fueron los que comenzaron a fomentar con risa a risa el desorden en este, incluso ganaron la confianza de la mayoría de profesores.

Cierto día, en la clase de Literatura, el profesor pidió que crearan grupos para hacer una especie de trabajo que consistía en la actuación que sería la semana próxima. Jason hizo grupo con sus 5 amigas y Bruno.

Su primera reunión en todo el año, Jason jamás la olvidaría. Como era de esperarse, los adolescentes no hicieron nada en la primera reunión. Era ley que en este solo se jugaba todo el día. Y como ellos no tenían intención alguna en quebrantarla, hicieron lo que decía, jugar y jugar. La más alocada en esta reunión y las posteriores fue siempre Gabriela.

Así pasó la semana y la fecha de presentación se acercaba. En el último día de reunión, el grupo recién se preocupó sobre el trabajo y todos se pusieron manos a la obra, finalmente tomaron en serio el dichoso trabajo. Pero había una personita que no lo había entendido muy bien. Como Gabriela seguía jugando, el grupo le gritó que parara de hacerlo y, gracias a tal trato, ella empezó a llorar. Ese momento quedó grabado en la memoria de Jason, marcándole la vida de paso. Él no sabía el motivo, pero no lo podía olvidar. Haberla visto llorar creó un sentimiento de culpa que le provocó un pequeño dolor en el pecho.

Pasó la presentación y terminó las reuniones. Después de ello, continuó las simples clases.

Llegó el día en que terminó el bimestre. Jason ignoraba si subía o no de sección y finalmente se mantuvo en el mismo salón junto a Gabriela y sus amigas. El segundo bimestre comenzó con normalidad y continuó de esa forma hasta que ocurrió algo raro para Jason. Gabriela un día le pregunto:

—Desde ahora eres mi bffo.

<<Bffo? ¿Qué es eso? ¿Qué significa?, >>, esas tres palabras eran las que se preguntaba Jason.

Optó por no preguntarle qué significaba porque si no iba a ser tachado como un desactualizado. La curiosidad lo mataba y comenzó a cuestionar a sus otras amigas; sin embargo, se sorprendió ya que ellas también lo llamaron "bffo".
Alterado, fue donde Bruno e hizo la misma pregunta que lo carcomía por dentro. Afortunadamente él sí le respondió:
—Bffo significa best friend forever, inteligente.

Jason se sintió alabado al pensar que significaba mejores amigos.

Al saber el significado, fue a encontrarse con Gabriela y sus amigas. Asombrado, se dio cuenta que estaban peleándose por nadie más y nadie menos que él. Las cinco lo llamaban bffo. Una de ellas decía: "Es mi bffo". Otra de ellas contestaba: "No, es mío". Y así fueron discutiendo hasta que llegaron a un justo acuerdo. Jason tenía que elegir a una de sus amigas para que se convierta en su bffa. Jason, con una cara pálida que reflejaba nerviosismo, no supo a quién elegir. Estuvo indeciso por un rato pero finalmente dio su veredicto. Él había escogido a la alocada chica Gabriela. Ella, muy contenta, abrazó a Jason muy fuerte y no lo quiso soltar. Literalmente lo apachurró como un peluche. Desde ese suceso, todos los días en el salón Gabriela y Jason intercambiaban las palabras bffo y bffa en sus conversaciones.

Pasaron los días, convirtiéndose en semanas. La miss Roxana, tutora del salón, anunció que muy pronto se realizaría el campeonato de danza intercolegial. Muy pronto Jason lo escuchó, todos sus sentidos prestaron atención y entendió algo sobre clasificar para representar al grado. Luego del anuncio, Gabriela y Jason no dejaban de comentar ese tema, imaginaban lo mejor que podría pasar, y se comprometieron pasar la prueba para danzar juntos.

—Tenemos que clasificar, promete que lo harás-comentó ella al chico.

— ¡Claro que sí!, te lo prometo.

Llegó el inesperado día de la prueba, ambos estuvieron muy nerviosos. Los nervios aumentaron considerablemente cuando observaron al profesor: un hombre alto, de un 1.75, contextura delgada; todos rumoreaban que era la calca de Jack Sparrow. Pero eso decían todos al verlo, cuando llegó el momento en que se presentó, resultó ser un profesor divertido, recto y seguro en sus decisiones.

—Nos divertiremos mucho en las clases, espero que pongan todo su esfuerzo y salgamos a dar una candente presentación —indicó el profesor.

La clase de baile empezó y el salón comenzó a bailar. Algunos querían clasificar ya que realmente querían participar en lo que más le gustaba: la danza; en cambio, otros solo iban simplemente a jugar.

Había llegado el momento en que el profesor tuvo que decidir quienes representaran al salón, entre los elegidos estuvo Jason, Gabriela y sus amigas. Se pusieron muy contento; y desde ese día, se tenían que quedar hasta tarde para ensayar mucho y dar una buena presentación. A partir de aquel importante día, todos los días Jason paraba jugando y bailando alegremente con Gabriela, con la que la pasaba de maravilla.

Una anécdota que pasó en esos ensayos fue que un día no pudieron danzar en el patio del colegio debido a que estaban preparando el escenario, así que se les vino la idea de ir a practicar a una losa de un parque cercano al colegio. Era una losa común, adherida a un llamativo parque con una variedad de flora y llena de alegría gracias a las personas que la visitaba. El profesor se había despertado con el pie derecho esa mañana y propuso que los dejaría divertirse por su arduo esfuerzo en los ensayos. Y concluyó el día con una sonrisa en cada rostro. Todos se habían divertido mucho y como era común, Jason y Gabriela no dejaban de jugar persiguiéndose por todo el parque. ¿Qué podría ser mejor que esto?

—Nunca me divertí tanto —Gabriela suspiró con cansancio luego de sentarse junto a Jason en las bancas del parque.

—yo debería decir eso, eres la chica más divertida que conozco — contestó Jason con una sonrisa plantada que no se le quitaría hasta ya pasada la noche.

El esperado día de la presentación se presentó como un rayo, había pasado el tiempo muy rápido. El grupo estaba muy nervioso, sentían como si fueran a aparecer en televisión y con mucha razón, fueron atacados por la inseguridad de no saber si perdían o ganaban. El profesor los estaba observando por un buen tiempo, así que decidió entrar y alentarlos.

—Saquen esos desganos de ustedes, vayan a dar todo de sí. Lo importante es divertirse y háganlo con mucha felicidad —alentó el profesor

Tras estas palabras, salieron a danzar y a dar todo de si. Ese día hubo hermosas danzas de cada grado. Finalmente indicaron los ganadores de la competencia; lastimosamente su salón no logró ganar pero lograron dar una buena presentación. Al felicitarse todo el equipo del salón entre ellos, Gabriela y Jason no perdieron la oportunidad y también lo hicieron.

—Buen baile Jason, me divertí mucho todo este tiempo —dijo Gabriela

Gabriela se despidió de Jason ya que se tenía que ir a cambiar y él, confundido, sintió algo, una chispa, se preguntó preocupado.

—¿Qué me pasa?

Nunca nos llamamos &quot;amor&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora