Nunca nos llamamos "amor"

Arrastrado hacia el amor. Plan de conquista

"La mejor cura, es volver a ver a alguien del pasado"

—Hola. — Jason no sabía que decir. Era como ver a un fantasma del pasado, a alguien con quien no compartía información hace mucho tiempo.

— ¿Cómo estás?

—Creo que bien...

—Me enteré lo de Gwen. De verdad lamento que hayan jugado contigo. No merecías eso para nada.

—No te preocupes, trato de no pensar en eso. Simplemente pasó y no se puede cambiar el pasado.

—Pero sí tus sentimientos por ella... Eres una buena persona Jason, no mereces sufrir por alguien. Y si aún quieres luchar por ella, pues da todo de ti. Todo es posible en esta vida. — a Gabriela se le notaba optimista.

Notó que ella lo apoyaría en todo como lo hacía antes.

Fue un alivio volver a verla; sin embargo, él sabía que ella ya tenía otro mejor amigo y que él era solamente un "amigo" del pasado y del montón. No había nada positivo en su vida hasta ahora.

—Deberías tranquilizarte un poco. Tu corazón debe de estar lleno de odio por lo que pasó — escribió Gabriela.

—No es odio... es rencor porque me mintió, es todo. Hasta ahora no puedo creer que me haya hecho eso. Creí que de verdad me amaba...— No podía ocultar su tristeza.

Recordar lo que pasó lo tumbaba, lo carcomía por dentro tal cual enfermedad sin cura.

Porque era verdad, amar no tenía antídoto.

—Pues calma tu rencor antes de hacer algo. Es lo mejor que puedes hacer...

Tenía que elegir. Tenía una decisión por tomar, olvidarla para siempre y alejarse de ella o seguir luchando por su amor después de que ella lo había mandado al diablo. Tuvo que pensarlo por días enteros.

DÍAS DESPUÉS

Fueron días comunes y corrientes, lo único que había cambiado era que Jason no dejaba de pensar ni un segundo en Gwen. Los consejos de Gabriela se le habían incrustado en la cabeza y lo atormentaban a cada segundo.

— ¡Chicos! ¿Qué les parece si vamos todos juntos al cine el fin de semana? Va a ser divertido si vamos todos. — declaró Cintia. Ella había ido al círculo de hombres para invitar a todos a un día de cine. Era una oportunidad para distraerse.

— ¿Cuántos van a ir? Si van más de diez me apunto.— respondió Coto.

Todos lo miraron burlones.

—Yo no voy si va Coto. —dijo Damon.

—Yo sí voy. Me apunto definitivamente. — Jeremías aceptó inmediatamente. Deseaba distraerse un poco.

—Vayan todos pues... ¿Steve? ¿Jason? ¿Se apuntan?— Cintia insistió a una respuesta.

—Yo si voy. — dijo Steve.

— ¿Jason? ¿Te apuntas? Distráete un poco. — insistió Cintia.

—Voy a pensarlo. Depende de mi estado de ánimo, pero... ¿Dónde los encuentro?

—En la entrada del cine a las 17:00 p.m. Luego nos vamos a comer todos a la sala de comida. ¿Les parece chicos?— informó Cintia.

"Está bien" "Los veo allí" "Hasta ese día" "Nos vemos" respondieron todos.

...

Aquel día se vino abajo. No supo exactamente cómo se veía su cara cuando Cintia escogió decidida qué película ver. Y lo más raro de todo: nadie protestó nada.
La película era romántica y su supuesto día de relajación iba en picada.
Luego de encontrarse con Cintia y su grupo de amigos, se dirigieron directo a ver la película no deseada por Jason.