¿Te gusta otra persona?

46 2 0
                                    

El plan de Jason iba a necesitar apoyo de algunos de sus amigos. En especial de la suelta de Rebecca. Aquel día le informó a Steve cada pasó de su próxima declaración de amor con Gwen, pero esta vez iba a ser una declaración real. Cara a cara. Sabía que tal acto iba a ser el mayor reto de su vida ya que la persona a la cual va dedicado todo, había cambiado.

—A partir de la otra semana, la salida de todo el colegió será dos horas más tarde por una semana debido a las prueba de inglés.

—¿Y eso en que te ayudaría? Más bien te dará menos tiempo para preparar todo. Y además a ese tiempo adicional auméntale el tiempo que te demoras en llegar a tu casa. — Steve dio su contundente opinión sobre el dato de Jason. Aquello no le ayudaría en lo absoluto, o eso creía.

— ¿No ves que en la salida de la próxima semana todos se irán apurados a sus casas? Eso quiere decir que ella se irá sola sin esperar a nadie. Es allí en donde aparezco.

— ¿Significa que la interceptarás en la ruta a su casa?—había quedado pasmado con tal revelación. Cada idea que decía Jason era como el sonido que causan los cohetes al explotar.

—Exactamente, la interceptaré. Mejor dicho, la "sorprenderé" en su camino junto a un ramo de bellísimas y caras rosas. ¿Qué te parece el plan?—dijo con una sonrisa en la cara. Se notaba que Jason estaba muy ansioso a que llegara ese día.

—Pues... espero que le gusten las rosas. Te deseo suerte amigo. — respondió Steve dándole una palmada en el hombro.
—Gracias. Pero igual necesito que me ayudes.

— ¿Cuál es mi papel?

—Vamos a necesitar la ayuda de dos personas más...

Lo había pensado mucho. Tenía planeado hasta el mínimo detalle. Tenía en sí, todo cubierto.

Es así que explicó detenidamente a Steve quiénes eran esas dos personas necesarias.

Una de ellas era Rebecca pues ella iba a encargarse de que Gwen tome la ruta del paraíso, es decir, el camino por el cual tendrá que ir por un lindo parque lleno de un paisaje verde, donde él se iba a encontrar. Sin ella, Gwen iría directamente a su casa por el camino corto, arruinando el plan y dejando plantado a Jason con el ramo de flores.
La otra persona, quien lo ayudaría en su plan era Damon. Él tenía el importante papel de alejar al público, de impedir que alguna persona fuera por tal camino a incomodarlos o, en caso extremo, a arruinar la confesión de amor.

Lo único que le faltaba hacer era convencerlos de ayudarlo.

—Tendrías que hablar seriamente con Damon, ya que podría ser dificultoso convencerlo de ayudarte. No se presta para eso. — dijo Steve haciendo un gesto de desconfianza.

—... espero que me brinde su ayuda. Rebecca creo que sí me ayudará. Dice que me debe muchos favores. Es el mejor momento de pedirle un único favor.

—Entonces ve y habla con ella. Ve ahora antes de que se reúna con su grupo. — Steve comenzó a dar señas en dirección a Rebecca dando a conocer a Jason que tenía que hablar con ella rápido.

Jason se dirigió hacia ella.

—Rebecca, hola.

—Wow al fin me recuerdas. Te voy a matar por olvidarte de mí. — habló Rebecca con un tono de ironía. Jason no recordó que ya había pasado buen tiempo desde que había hablado con ella. A consecuencia de esto, se puso en riesgo la supuesta ayuda de Rebecca.

—Lo siento... Oye quisiera pedirte un único favor. Necesito tu ayuda.

— ¡¿Me buscas solo para pedirme un favor?! Qué mal, qué mal. —notó su molestia.

Nunca nos llamamos "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora