"Nunca olvidaré esos días, nunca olvidaré esas palabras, ¿fue verdad o fue mentira?"
—Háblale, aprovecha estos momentos para poder hablarle—indicó Steve.
No podía hablarle. Estaba acercándose el fin del año escolar y no pasaba nada, ni una mirada directa, ni una conversación completa, nada.
Habían pasado un año en total como amigos oficiales y no pudieron crear una conversación ajena frente a frente como cualquier persona. ¿Era algo tan complicado?
—Oye... ¿viste a mi amiga Emma?, siempre quiere que le hable de ti.
Momento incómodo.
Jason no sabía que responderle. Él sabía que si alguien te decía eso, es porque trataba de juntarte con esa persona. Decidió seguirle el juego.
— ¿Ah sí?, que raro...
—Enserio, me para preguntando por ti, quiere saber todo de ti.
Tuvo un momento de impresión: Gwen le había enviado fotos de Emma en ese instante. ¿Acaso quería juntar a Emma con Jason?
Jason simplemente le siguió la corriente.
Se acercaba el fin del segundo año escolar. Era un cielo melancólico para Jason. Un año entero y no pudo concordar con Gwen en un momento para hablar sin parar como amigos normales, tal como lo había hecho alguna vez con Gabriela. Fue una decepción total.
—"Hagan sus sueños realidad, la vida está lleno de experiencias y momentos en los cuales debemos tomar decisiones correctas"—indicó la profesora en un momento de inspiración.
"Hagan sus sueños realidad", esta frase se implantó en la mente de Jason. Sus ánimos subieron al tope y decidió que no podía terminar el año así con Gwen, Encima de su cabeza, un foco se prendió de la nada. Se lo comentó por mensaje a su ángel guardián.
—Tienes razón... ¿pero, qué tienes en mente?
—Qué tal si en la última semana de clases mostramos nuestros sentimientos de amigos en una carta para el otro.
— ¿Una carta? Nunca lo he hecho pero haré lo mejor que pueda.
Era una gran idea. No podían intercambiar ideas ni palabras frente a frente, pero podían expresar lo que sentían mediante una carta. La cosa era esperar.
Cierta noche, cuando el negro dominaba el cielo y la única luz era nuestro satélite, Jason salió de casa. Estuvo sentado en la vereda de su casa pensando varios minutos.
Una noche para tomar una decisión, y la decisión era intentar ver solo como a una amiga a Gwen. Renunciar a su "milagro", renunciar a su ángel. Eso era lo que lo mantenía perplejo.
Miró unos minutos al cielo, viendo el resplandor de las estrellas.
—La distancia que hay entre las estrellas y yo es como la distancia de tener una oportunidad con ella— dijo Jason desconsolado.
Él veía imposible el hecho que una chica tan bonita como Gwen se fijara en alguien como él. Era un obstáculo difícil de cruzar, además estaba en juego su amistad con ella si se enteraba de la verdad.
Tomó por hecho su decisión...
Días después no pudo concentrarse en sus exámenes, la emoción lo dominaba de pies a cabeza, pronto recibiría la carta de Gwen.
Mientras tanto, Jason estuvo preparando sus palabras. Debía analizar palabra por palabra, lo que iba a escribirle en la carta. Se lo tomó muy enserio.
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Nunca nos llamamos "amor"
RomanceJason es inteligente, amable y sobretodo de buen corazón. Jason conoce una chica y se enamora perdidamente de ella. Él se siente feliz al estar junto a ella aunque ella no lo quiere, pero ¿Cuánto tiempo podrá soportarlo?