"Hablaremos todos los días"

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Pasaron días y noches desde que Gwen y Jason se hicieron Bffos, y las cosas habían cambiado a los ojos del tiempo.

Al hacer oficial el ser mejores amigos, cambiaron sus hábitos. Las maneras de hablar y expresarse de Jason y Gwen habían cambiado. Entre ellos existía más confianza y se contaban variedad de noticias y secretos en las noches oscuras de los fines de semana, cosas que siquiera imaginaban meses atrás.

Una noticia resaltante fue que ellos estudiaron en la misma Organización Educativa en primaria, pero en distintos locales. Era algo difícil de creer, nunca se habían cruzado las caras en los concursos entre los locales antes, ni siquiera habían oído sus nombres en algún lugar.

—De verdad estudiaste en el Children School?

—Si, de verdad. Terminé mi primaria allí.

—Qué raro, no recuerdo haberte visto en algún concurso ni nada.

—Yo tampoco, quizás nos hayamos cruzado y no nos dimos cuenta.

Era una gran noticia el saber que tenían los mismos saberes previos. Esta y otras novedades se fueron enterando el uno al otro durante este tiempo.

Mientras que cada semana se enteraba de más cosas sobre Gwen, se dio cuenta que se acercaba el fin del año escolar, y todo iba tranquilo para Jason en sus estudios.

Esa tranquilidad se puso en riesgo cuando la miss del salón anunció el CMP (Concurso de Matemática Pura) entre los locales del High School.

No era un concurso de matemáticas cualquiera, era un examen parecido a un examen de admisión.

Jason se vio nervioso el día del concurso, era la primera vez que rendía un examen de ese tipo. Lastimosamente, era un examen muy difícil para él en ese entonces. Y aún lo sigue siendo.

Al ver los resultados del examen, esta vez Jason no se alegró al no encontrarse en la lista de mejores notas, pero tuvo la impresión de que un chico de su salón estuvo en el primer puesto. Algo increíble.

UNA SEMANAS DESPUÉS

Había llegado el último día de clases, era el mejor día de todos, el día soñado por muchos, el día en que acababa el primer año y llegaba los previos tiempos de relajo al máximo.

Todos se alegraban de este día, se acabaron las tareas, los exámenes, los proyectos y en especial, ya no tendrían que ver a los profesores por un largo tiempo. Porque tres meses parecía un largo tiempo.

Era el primer verano en secundaría, Jason no sabía cómo pasarla en ese tiempo, un verano distinto lo impresionaba, sentía que era un verano diferente ya que tenía amigos distintos y cambiaron sus hábitos en casa.

No fue un verano tan divertido, pero sí muy entretenido. Nuestro amigo a veces se contradecía.

Era el mes de diciembre, el mes navideño. El mes más querido de todos ya que se acercaba el nacimiento del niño Jesús.

Los días pasaban rápidamente. Era tan rápido el pasar de días que sin darse cuenta, llegó Navidad.

Como ya era costumbre entre ellos, a pesar de estar en vacaciones y sin verse las caras, Jason hablaba con Gwen todos los fines de semana a la misma hora. Y en este día tan especial para todos, lograron comunicarse.

Resultó ser un día inolvidable, olía la sazón que preparaba su mamá, unos cuantos obsequios, variedad de cohetes, y una pequeña charla con Gwen por navidad. Era su mejor día hasta ahora.

—Feliz navidad Jase, pásala hermoso al lado de tu familia.

—Muchas gracias, Dios te bendiga en esta navidad, pásala bien.

Así fue que pasó Navidad, y en un abrir y cerrar de ojos, pasó Año Nuevo y llegó el inicio de una nueva época.

No hubo mucho que hacer, solo puros paseos y viajes por todo Lima. El pasar de días y noches fueron muy rápidas.

Un día de estos dos meses de vacaciones, nació un recuerdo de una conversación que estuvo grabada en la mente de Jason por siempre. Jason pensó en algo extraño y se lo preguntó:

—Gwen, ahora que somos mejores amigos, ¿por qué no hablamos más seguido?

Hubo un momento de silencio, ¿acaso Jason había dicho algo inapropiado? Comenzó a sudar de la nerviosidad por si se había incomodado con esa pregunta.

—Tienes razón, ¿por qué no? Hay que hacerlo. Estoy de acuerdo.

Tuvo su momento de alegría, y a la vez pudo quitarse la nerviosidad profunda que tenía. Era algo sensacional, había estado de acuerdo con lo que había dicho. Era un momento feliz.

DÍAS ANTES DEL INICIO DE CLASES

El verano se terminaba, ya no más dormir tarde ni dormir hasta tarde, esas costumbres tenían que quedarse atrás. Esas vacaciones fue una de las más cortas que tuvo Jason, el tiempo se pasó volando, tan solo faltaba unos días para volver.

Jason había salido con su mamá y su hermana a hacer compras en el Centro Comercial, tenían que hacer las compras escolares faltantes y a hacer la compra de unas zapatillas.

Después de escoger entre una gran cantidad de zapatillas, al escoger un par y en el momento de probársela, sintió la presencia de alguien a su alrededor.

Al levantar la mirada hacía el pasadizo de la tienda, la vio a ella. Era una reluciente y hermosa estrella terrestre que caminaba por el pasadizo, una que puso muy nervioso a Jason. Se trataba de Gwen.

Jason no podía creer que fuera ella, era algo de mucha coincidencia. Apareció frente a sus ojos recorriendo el pasadizo junto a su mamá.

Era una gran oportunidad para saludarla por primera vez en persona. ¡Primera vez! Estuvo a punto de hacerlo, pero la madre de Jason lo interrumpió apresurándole para probarse su par de zapatillas.

Al volver la mirada hacía Gwen, esta y su mamá ya había llegado a la salida retirándose del lugar. Se había ido la oportunidad.

Fue así que al volver a casa, Jason cogió su celular y habló con Gwen.

Jason le contó a Gwen sobre lo sucedido, ella se quedó sorprendida, y a la vez de mal humor.

—¿Enserio me viste en el Centro Comercial?

—Si, enserio.

—Aya, y, ¿por qué no me quisiste saludar? Me defraudas.

—Lo quise hacer, pero tuve un percance y perdí mi oportunidad. Lo lamento. ¿Me hubieras contestado el saludo?

—Por supuesto, eres mi mejor amigo.

—Para la próxima, te saludaré, incluso me acercaré.

—Bueno, no te preocupes, lo pasado quedó en el pasado.

Aquí, Jason obtuvo parte de un sentimiento nuevo en su corazón, pero aún no comprendía por qué se sentía incompleto.

Llegó en ingreso al colegio. Había comenzado el segundo año de secundaria. Se había terminado el relajamiento.

Los primeros días Jason tuvo nuevos amigos. Uno de ellos era Steve, un amigo de mucha confianza y muy reservado con los secretos; otro fue Damon, él era el chico que ganó el concurso de matemáticas el año pasado, algo sorprendente.
Estos y más amigos tuvieron Jason en estos primeros días.

—Hoy te vi en el colegio. No te pude saludar disculpa.

—No te preocupes. Tenemos todo un año para saludarnos.

—Es la primera vez que te veo en persona como mi mejor amigo.

Al terminar de hablar con Gwen, Jason se puso a reflexionar unos minutos.

Ese día Jason había obtenido la otra parte de su sentimiento que había aparecido en su corazón, y logró comprenderlo. Él se dio cuenta el tipo de persona que era Gwen.

La chica de sus sueños era una chica dulce, que se preocupa por las personas, una gran chica de un hermoso y buen corazón. Sintió que oficialmente estaba perdidamente enamorado de ella, tenía las cualidades ideales, era lo que Jason siempre estuvo buscando. Era la chica perfecta, su linda ángel de sus sueños.

Nunca nos llamamos "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora