"La mejor etapa de mi vida"

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—Hola.

Momento de emoción, momento esperado, momento de brillar.

Casi dos años y medio esperando este momento. Jason no podía esperar ni un día más.

—...Hola.

— ¿No te molesta que me siente aquí no?

—Noo claro que no, para nada... Ahora sí nos podemos conocer.
—Es que creo que ya era el momento, el momento de poder ser verdaderos amigos.

—Tienes razón. Espero no ponerme nerviosa.

—...Sí... que eso no nos impida nada.

—Ahora sí, empecemos.

Risas, impresiones y amor, esto y más es lo que sintieron con cada palabra que intercambiaban.

...

— ¿Cómo te fue campeón? — dijo Steve.

Jason rio.

—Definitivamente es el mejor día de mi vida.

—Después de mucho lograron hablarse al fin, ya era hora— suspiró Damon.

—Oye, pero supongo que le lanzaste la mirada enamoradiza— Steve lo molestó riéndose.

— ¿De qué mirada hablas?

Steve hizo una mueca rara y todos se mataron de la risa.

—Si tratas de decirle que imite tu cara, en vez de enamorarla la va a espantar— rio Damon.

—Tonterías hablan.

En ese instante una voz aguda estremece el salón.

— ¡Jase! ¡Ven!— dijo Cintia.

—Dime.

— ¿Cómo te fue?, ¿lograste hablarle?

— ¡Sí!, gracias por tu inspiración enserio, me dieron valor.

—No te preocupes no es nada. ¿Y qué sentiste al hablarle por primera vez?

—Me sentí el chico más afortunado del mundo. Sentí una alegría tremenda. Su sonrisa me enamoró de nuevo...

Jason era el chico más feliz del mundo: Podía hablar con la chica de la que estaba perdidamente enamorado y tenía unos amigos grandiosos, ¿qué más podría pedir?

...

Desde aquel día, el único propósito de ir al colegio para Jason era para ver a Gwen. Cada día era como si se volviera a enamorar de Gwen.

¿Acaso no era eso el amor?

Pasaron así los días. Lograron conocerse cada vez más. Las voces de cada uno se le quedaron grabadas al otro instantáneamente. 

—Oye, quiero que conozcas más a mis amigas. Ya que vas a estar conmigo casi todos los días deberías conocerlas.

—Bueno no hay problema alguno.

Gracias a Gwen pudo conocer a más personas. Entre ellas comenzó a dialogar con Melanie, su amiga de primaria; con Rebecca, la chica ruda del grupo, le pegaba mucho; y con Nieves, la chica no tan alocada del grupo.

— ¿Tú eras el bffo que Gwen no nos quería contar?— dijo Nieves.

—Así que por tu culpa Gwen ya no está cerca de nosotras— amenazó Rebecca.
¿Era acaso su culpa?, Jason se quedó mudo. No sabía qué responderle.

—No le digan eso, yo misma me quise juntar con él— interrumpió Gwen.

Lo salvó de una discusión.

Nunca nos llamamos "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora