¿Bffo otra vez?

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¿Si tú faltaras al colegio por un largo tiempo, al ingresar nuevamente,  te incomodarías, verdad? Eso fue lo que le pasó a Jason en este tiempo.

Al ingresar al colegio después de una larga ausencia debido a su Conjuntivitis, Jason se estableció nuevamente y comenzó a adaptarse en la vida del estudio y los exámenes. ¡Había tantas tareas por hacer!

—Jason! ¿Qué te pasó este tiempo? ¿Dónde has estado? ¿Qué estuviste haciendo?

Estas tres preguntas eras las más repetidas. Algunos no creían su historia y hacían sentir a nuestro amigo un tanto incómodo.

Tardó dos días completos para contestarles a todos el porqué de su ausencia.

A la vez tuvo que agradecer por el apoyo de muchos de sus amigos que lo ayudaron a ponerse al día en las clases faltantes.

Había faltado casi dos semanas enteras y tenía mucho que hacer. Tareas, copias de exámenes para pegarlos, recuperar notas: todo un caos para Jason.

Al llegar a su casa, Jason se sentía exhausto, no había sentido el estrés del colegio por un periodo largo. Las cosas empeoraban ya que tenía mucha tarea que hacer, y no podía descansar ni un minuto.

Mientras hacía su tarea, Jason deseaba que fuera fin de semana. Anteriormente, Gwen había comenzado a hablarle cada fin de semana sin falta, y a Jason le emocionaba ya que se sentía enlazado con ella.

La pena lo dominaba ya que sabía que aún tenía que esperar unos días para poder hablar con ella.

El siguiente día en la escuela, tocó educación Física. Fue una clase pésima para Jason puesto que tuvieron como deporte al vóley, el que él más odiaba. Lo único que le alegró fue que Gwen se encontraba en su fila, a dos personas más atrás que él.

Algo alegre le había pasado. Jason quería hablarle, pero era difícil ya que el profesor los ponía a trabajar sin la opción de hablar.

—Tengo que hablarle, tengo que hablarle ahora.

Cuando Jason logró obtener valor para hablarle, se acercó a ella y justamente, tocó la campana indicando que había finalizado la clase.

Jason se detestó a sí mismo, se tachó de cobarde y tonto. Había perdido su única oportunidad.

Durante la mañana siguiente, pasó algo increíble en la clase de inglés. El destino le había otorgado una nueva oportunidad. Y esta vez no iba a desperdiciarla.

Como era de costumbre, la profesora siempre elegía a dos compañeros del salón para leer una conversación en inglés, y las súplicas de Jason se hicieron realidad.

En ese momento, Jason y Gwen participaron en la conversación, era algo maravilloso, primera conversación en persona, pero en inglés.

—Hello Jason, how are you?

—Very happy, and you?

—Very well, hey, do you want to go to the cinema?

— Of course, when are we going?

—Tomorrow?

—Yes, I passed by you tomorrow

—Wonderful, see you tomorrow, bye

—Bye

Fueron los mejores 2 min de su vida, habían entablado la primera conversación de persona a persona.

Las siguientes horas del día fueron largos ya que era un día lleno de prácticas calificadas.

Finalmente llegó el día viernes, el mejor día de todos ya que era el último día de clases de la semana. Jason estaba ansioso por llegar a casa, era el día en que Gwen le hablaba por Messenger como de costumbre.

Llego el momento de la charla casual con Gwen. Fue un día duro para Jason, ya que conoció una parte desconocida de la vida de Gwen que le rompió el corazón.

Ese día Gwen le contó su más profundo secreto a Jason. Un secreto que había marcado su vida a inicios del año. El secreto era que Gwen había tenido una experiencia con un chico del salón anteriormente, había vivido una gran confusión con sus sentimientos hacia el chico y todo terminó mal para ella.

Esa experiencia había terminado justo antes de que Gwen conociera a Jason. Aquel momento se había vuelto incómodo para él. Saber que la chica que te gusta, tiene una historia de amor con otro. Destroza el corazón.

Lastimosamente, Gwen no le dijo el nombre del chico. La única información que sabía era que ya no hablaban, un dato que no le ayudaba a descubrir al antagonista  de su intento de historia de amor.

Jason no paraba de pensar sobre quién era ese chico. Era tan difícil buscar a posibles candidatos ya que Gwen no hablaba casi con ninguno del salón.

Jason había sido tan feliz con lo que sabía de ella, no obstante, el conocer su pasado lo atormentaba completamente.

Al llegar el siguiente viernes, Jason estaba desesperado por saber quién era ese chico y quería preguntárselo a Gwen.

Fue un momento vergonzoso, pero finalmente le hizo la pregunta.

—Oye Gwen... me dejaste con las dudas aquella vez sobre el nombre de ese chico, me preguntaba si me podrías decir quién es.

— Disculpa pero prefiero no decirlo por ahora, yo soy la única que sabe quién es y no se lo he contado a nadie más.
¡Qué cortante, Dios mío!

Al menos Jason se tranquilizó un poco ya que nadie sabía el pasado de Gwen.

El resto de la noche fue tranquila. Ya no pensaba sobre quién era ese chico.

Pero iba a suceder algo inesperado...

Era un sábado como cualquiera, la temperatura era normal, con pollada como almuerzo y cena con la familia reunida en casa.

La noche de ese sábado, Gwen le había hablado a Jason. Era algo extraño, Gwen nunca le hablaba un sábado. Ella solo le quería hablar los viernes.

Le escribió especialmente ese día porque quería darle una noticia. Gwen se divertía mucho hablando con Jason, así que Gwen quiso hacerlo oficial y quiso que Jason sea su mejor amigo, osea su nuevo Bffo.

Quedó impresionado, y a la vez nervioso. Ya había tenido una experiencia así con Gabriela y ella había dejado de hablarle.

Una luz iluminó el corazón de Jason, pensó en el dicho "algo no puede pasar dos veces de la misma forma". Decidido, le dijo que sí.

Este fue otro recuerdo memorable del camino de Jason. Había conseguido una nueva mejor amiga y estaba decidido de que no la dejaría ir como a Gabriela.

El pequeño problema: solo mejores amigos, nada más.

Los chicos comenzaron a tomar confianza. Se escribían los fines de semana, divirtiéndose y alegrándose el uno al otro; contándose los sucesos diarios en el salón de clases.

¿Acaso sería este el inicio de una bonita amistad que duraría por siempre?

Nunca nos llamamos "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora