Corazón hecho cenizas

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"Yo la amé desde el momento en que me había dicho que me amaba hasta el instante cuando me dijo que no era así"

Su corazón se detuvo por un momento. Instantáneamente, comenzó a sentir un dolor en lo más profundo, un dolor que nunca había experimentado.

Todo se había derrumbado dentro de él.

—Lo sientooo... no quería que esto fuera así.

Jason quería derramar lágrimas, quería llorar.

La quería, la amaba... ese dolor lo torturaba.

—Dime que es mentira...

—No te seguiré mintiendo... Tú me gustas demasiado, pero el otro chico me gusta un poco y eso me impide amarte por completo.

— ¿Cuándo surgió lo que sientes por el otro chico...?

—Hace poco... De verdad lo siento mucho. Pero si sé algo, y ese algo es que tú me gustas, y mucho.

Él sabía reconocer el significado de gustar y el de amar. A ella le gustaba, mas no lo amaba ni lo amaría.

Jason no podía sentir nada. Lo único parecido a lo que podría explicar ese dolor era el vacío, sí, un hondo vacío en su corazón.

¿Quién podría ser ese chico? El dolor lo dominaba al punto de la desesperación, perdería el control si continuaba de esa manera. Sospechaba, recreó una lista en su mente y comenzó a tachar nombre tras nombre. Quedaba solo un chico, su anterior amor: Stefan.

Presentía que era él, pero no podía confirmarlo ya que ellos dos, Stefan y Gwen, ya no se cruzaban ni la mirada. Era en vano echarle la culpa al muchacho, la confundida en el momento era Gwen.

—No puedo parar de llorar. Me siento tan mal de hacerte esto... lo lamento... es mejor que hablemos en otro momento.

¿Lloraba? ¿En serio lo hacía? Porque Jason decidió imitarla.

—Opino lo mismo...

Los dos estaban llorando como infantes. Los dos con el corazón roto., los dos sin saber qué hacer. Los dos escuchando a sus corazones...

...

Los días siguientes seguían sentándose juntos; sin embargo, apenas podían hablarse.

—Oye... ¿pasó algo? Últimamente he visto que no se hablan mucho. ¿Se han peleado?— dijo Steve.

—No pasa nada... Son cosas entre los dos, lo siento.

—No te preocupes, cuentas con nosotros cualquier cosa.

No hablaba con nadie. Jason quería estar completamente solo para poder pensar en una solución al asunto.

Había pasado ya dos días desde el peor momento de Jason. Ese día después de clases se dirigió a un puente de gran altura, puente en donde decidió quedarse a pensar solitariamente viendo el paisaje de la ciudad.

Cualquier persona pensaría que se quitaría la vida en un solo paso si lo vieran.

Lo minutos pasaron y el optimismo de Jason no volvía. Todavía sentía dolor al recordar aquel momento de terror, no, horror. Pensaba si debía volver a olvidarla o no rendirse ante su gran amor.

Nunca nos llamamos "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora