-Tienes un montón de libros ¿te los has leído todos?- preguntó Bill cotilleando mi habitación apoyado en la muleta que le había dado. Negué con la cabeza respondiendo a su pregunta.
-la mayoría si, pero hay algunos que no me los he terminado- dije mirando el ordenador. -
Am... Dippi...-
-No me llames así... ¿Y que quieres?- respondí molesto.
-¿Tienes alguna idea de como devolverme mis poderes?- negué con la cabeza
-Recuerdo que saque las palabras de una gruta que estaba en el bosque- respondí
-¿y como supiste donde estaba la cueva?- me quedé en silencio. Que tonto había sido, el diario. Corrí al desván y saque los diarios de su escondite bajando a mi habitación de nuevo.
-Debe haber algo por aquí- comenté ojeando las paginas del diario.
Revisé el diario siete veces, y nada, no ponía nada. Estaba desesperado me quité la gorra y la lancé hacia donde Bill dormía.
-¡Eh!- protestó él.
-No hay nada, no pone nada- frustrado me senté en la silla de nuevo.
-Pues sigue buscando- respondió cortante el rubio.
-Gracias Bill, eres de gran ayuda, ¿no has pensado en trabajar de consejero?- mi sarcasmo hizo que él se riera.
-Solo si me dejas ser tu consejero mi uke revelde- dijo con garantía.
Desvie mi mirada de él y aprecié el diario pequeñito. Me resigne y lo abrí. Al hacerlo un mapa cayó al suelo y en las paginas recortadas a la perfección se encontraba una llave diminuta. Recupere el mapa del suelo y saqué la llave.
-¿Que es eso?- quiso saber el demonio.
-Un mapa... Creo- conteste abriendo el mapa plegado y notando la presencia de Bill detrás de mi hombro.
-¿es la ciudad?- preguntó él. Yo asenti,
-esa es la plaza- dije señalando el mapa -y aquello es el museo, pero debe de estar cifrado, porque no tiene ninguna indicación de a donde debemos dirigirnos. -
-Dipper...- Bill hablaba con la voz un poco perdida.
-¿Si...?- pregunté sin dejar de mirar el mapa. Bill me tomó de la barbilla y me hizo mirarle a los ojos, grandes, redondos, brillantes... Él se lanzó sobre mis labios pero lo aparté con un empujón. Él me tiró al suelo y se colocó sobre mí, sujetandome las muñecas. Y de nuevo volvió a besarme, yo solo quería quitarlo de encima, pero no podía.
-mm...m...- trataba de hablar yo mientras el introducía su lengua en mi boca. Por suerte el aire hizo que tuviera una oportunidad para hablar.
-Bill... D-Detente...- le pedía yo.
-Dipper... Te quiero...- susurró en mi oído. Yo estaba ruborizado, notaba los escalofríos que producía las mordidas de Bill en mi cuello, pero era incapaz de pronunciar palabra.
-Bill...- ¿que estaba haciendo? Él me había soltado las muñecas al ver que yo dejaba de intentar quitarmelo de encima.
Plaft...-¡Auch!- Bill tenía la mejilla roja a causa de la bofetada que acababa de recibir por mi parte. -Pensé que te gustaba- dijo él. -Pues estabas equivocado- respondí cortante. -Pero dijiste mi nombre y estabas gimiendo-
-¡Eso no es cierto!- grite enfadado, aquello ya era demasiado, era imposible que sus actos me produjeran tal placer. -Por supuesto que es cierto- replicó una vez más. -Por supuesto que no, no soy masoquista- él sonrió con gallardía. -Mientes- habló él. -No miento- respondí alejándome un poco de él. -Si mientes, y lo haces muy mal- dijo robandome un beso corto, casi un roce de nuestros labios. -¡¡Deja ya de hacer eso!!- grité. -¿Y si no quiero?- preguntó tomandome por la cintura y besandome. -Bill, basta ya-
Al día siguiente fuimos al pueblo, necesitaba ir a la biblioteca. -¿Que estamos buscando corazón?- me preguntó Bill tirando de mí y plantandome un beso en la mejilla. -Para ya ¿quieres?- lo reñi tomando una escalera. -Espera aquí- subí y ojee los libros, pero el polvo me hizo estornudar. -oh, estornudas como un gatito, eres muy lindo-
-¡No soy lindo!- él se rió -Lo que tu digas mi uke- rodé los ojos y miré entre las estanterías, cuando estornude de nuevo, perdí el equilibrio y caí, sin embargo Bill me sujeto antes de que mi hiciera daño. -Hay Dippi, eres un desastre ¿que voy hacer contigo?- , del susto yo seguía aferrado a su cálido cuerpo pero al notar la situación me aparté de él molesto. -¡Deja de hacer eso!- le dije enfadado. -De nada por evitar que te estamparas contra el suelo- habló con sarcasmo. -Gracias... ¿Contento?- dije con rebeldía. -Mucho, me alegra que me lo agradezcas- comentó agarrandome la muñeca y besandome. -Ag, deja de hacer ...-el me aprisionó y me besó de nuevo con pasión.
-¿Dipper? ¿Bill?- nunca me alegré tanto de escuchar la voz de Guideon. Bill se separó de mi y miró -Vaya el pequeño Guideon, ¿que tal enano?- lo saludó el chico rubio, yo intenté apartarme pero me tenia sujeto. -¿Bill? ¿Que te a pasado? ¿Y esas ropas?--Soy humano- respondió mirando al enano repeinado. -¿eso significa que no cumpliras el trato?- Bill le hizo un gesto para que guardara silencio y entendí que aquellos dos escondían algo.
------------------------------------------------------------y otro capitulo más, creo que esta historia no va a tener muchos capítulos, pero no os preocupéis que no os dejaré sin lemon. Bueno eso fue todo, si tienen algo que decir dejenlo en los comentarios. Espero que les haya gustado, con esto me despido Chao, chao.
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Mi Uke Rebelde
Fanfiction(Gravity Falls), Dipper Pines estaba estaba pasando unas vacaciones extraordinarias hasta que un extraño personaje se presentó ante el, Bill... Un demonio de la locura un propagador del caos. ¿Quien pudiera imaginar que un ser tan poco cuerdo se ena...