El pasadizo...

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-Se ven lindos- dijo alguien con la voz aguda ¿quien estaba hablando. -¿Son novios?- habló otra con la voz más grave. Escuche risitas tontas. -Shhh chicas bajad la voz; los despertaremos- esa era la voz de...
Abrí los ojos para toparme con las miradas penetrantes de Mabel, Grenda y Candy. -¡Mabel!- ella salió corriendo de allí seguida de las dos chicas gritando -Aborten misión, aborten misión- las ví alejarse y me di cuenta del porque de sus miraditas. Estaba recostado sobre sobre Bill que me abrazaba tiernamente. Debimos de habernos quedado dormidos cuando veíamos la película de anoche. Me incorporé usando sus piernas de silla y le aparte su flequillo dorado de la cara. Era tan... Lindo. -Buenos días mi chico rebelde- dijo abriendo los ojos. -¿Ya te cansaste de decirme uke?- pregunté mientras Bill me cogía la mano y me la besaba con caballerosidad. -De eso nada mi uke, pero pensé que podría apodarte mi chico rebelde, aunque si prefieres te llamaré mi uke rebelde- le besé en los labios. -No me importa-

-Oye ¿estas bien?- hace unos días estabas quejándote de todo lo que hacia o decía- lo abrace y me acerqué a su cuello para besarlo. -Nunca es tarde para cambiar mi demonio- le susurré en el oído. -Oh... Se ven adorables chicos- dijo una voz al otro lado del salón. -¡MABEL! ¡LARGATE!- le grité tirándole un cojín.

Unas horas más tarde Bill y yo caminabamos hacia el pueblo, rumbo a la biblioteca. Allí la bibliotecaria volvió a mirarnos con cara de pocos amigos, sin embargo, ya era costumbre. Recorrimos los largos corredores con gigantescas estanterías hasta llegar a una estantería que estaba en el fondo de la biblioteca. Era una estantería gris cubierta de polvo, mire los libros que se encontraban el las estanterías. Todos tenían símbolos extraños, Bill ojeó algunos libros con la cubierta correida. -Necesitamos uno que tenga un triángulo o una estrella de cinco puntas- me informó. Era obvio que el triángulo era su símbolo identificativo. ¿Pero y la estrella? -¿Por que una estrella?- pregunté ojeando los libros. -Porque es el símbolo del ángel de la muerte, o el ángel oscuro. Como prefieras llamarlo- se me erizó la piel. Sin embargo seguí mirando los libros cuando aprecié uno varias estanterías por arriba, tenia una estrella de cinco puntas en el lomo. -Bill, mira- dije señalando el libro. -No lo alcanzo- hablé dando saltitos. Bill me cogió en brazos y me alzó para que alcanzara el libro. Tire de él. Pero en lugar de salir abandonar el estante, la estantería se apartó mostrando un pasadizo que descendía. -Buen trabajo Dippi- me dijo él.

Comenzamos a descender por el pasadizo cuando la estantería volvió a colocarse en su lugar dejándonos a oscuras. -Dippi dime que tienes en esa mochila tuya una linterna- rogó Bill sujetandome. -No, pero creo que tengo cerillas- Palpé en mi mochila una caja de cerillas y la saque partiendo tres de ellas antes de conseguir encender una. Una vez rodeados de la tenue luz de la cerilla pudimos observar nuestro alrededor. Era un pasadizo que descendía muchísimo con una escalera uniforme y realmente estrecha. -Vamos- dije antes de comenzar a descender.

Parecía que aquello no acababa nunca, más bajábamos más largo se hacia más nos preguntábamos si aquello no fuera un callejón sin salida. Cuando parecía que íbamos a llegar al centro de la tierra la escalera cesó mostrando un corredor igual de estrecho que la escalera. Puse un pie en el suelo y millones de antorchas colgadas se encendieron como por arte de magia. -Estamos cerca- habló Bill. ¿Acaso sabía a donde nos dirigiamos? Tras un rato caminando en silencio escuche un llanto. Parecía de un niño. -Bill ¿oyes eso?- pregunte preocupado por que me estuviera volviendo loco. -Si, es un llanto- el pasillo se disipó en una cueva rojiza llena de estalagmitas y estalactitas. Allí el llanto cobró forma al ver a un pequeño niño pelirrojo de unos dos años llorando. Me acerqué a él con velocidad ¿Que hacia aquel niño tan pequeño allí y solo? Pero de pronto Bill me desestabilizó sujetandome el brazo impidiendo que continuará avanzando. - Bill sueltame, no es tiempo para juegos- intente que me soltara pero me sujeto con mas fuerza. -Dipp, no, es una trampa- le tiró una pequeña piedra al niño que se convirtió en un repugnante ser pequeño encadenado por el cuello. -¡AHHHH! ¡¿QUE ESO?!- grité asustado. -Ya te lo he dicho una trampa, esos finjen ser niños y cuando algún humano se acerca a cogerlos le muerden el cuello y lo matan- miré horrorizado al ser que por suerte estaba encadenado por el cuello. -Sigamos, ya estamos cerca- dijo Bill soltandome por fin.

Bill Pov

Esto no es bueno, si seguimos adelante seguramente ellos apaercan y no solo me controlarían a mi, sino también podrían controlar la mente de Dipper... Estoy asustado, pero en parte necesito recuperar mis poderes, necesito volver a ser un demonio. Porque sé que el ser humano acarreará muchas consecuencias.
-¿Preocupado Bill Cipher?- me detuve en seco al oír esa voz. Oh no, ya había entrado en mi cabeza. -Con que un humano. Que desgracia para un demonio de tu categoría- ella había vuelto...

-------------------------------------------------------------Ahí va otro capítulo, dos en un día.😎😎😎😏😏😏🙆🙆 Espero que les haya gustado si tienen algo que decir dejenlo en los comentarios, esto es todo por hoy. Chao, chao

Mi Uke RebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora