Mi Uke Rebelde

La verdad...

Estaba abatido tras aquello. ¿Casados? ¿Como era posible? Quería llorar pero debía ser fuerte, ya suficiente debilidad le había mostrado a Astarot, además seguramente ella ya sabría mis sentimientos, pero Bill no. -Gracias a ti Bill, el chico esta destrozado por dentro al igual que le paso a Ford. Tantos años y siempre tropiezas con la misma piedra- habló la chica acariciando sus alas negras. -¡EXIJO SABER LA VERDAD!- grite de pronto sobresaltando a ambos. Bill no me miraba a la cara, estaba de rodillas frente a mi al igual que yo, pero no me miraba. Miraba al suelo y su flequillo rubio lo protegía, como una berrera de la que protegerse de los problemas, para escapar del mundo. -Esta bien, si no lo hace Bill lo haré yo- dijo Astarot mirando a Bill que no articulaba palabra. -Bill era humano hasta que lo condenaron por algo horrible a hacerse cargo del caos, para ello tenía que visitar el mundo de nos humanos muy a menudo, para evitar que ninguna anormalidad se escapara por la única falla espiritual conocida, Gravity Falls. Por eso, esa ciudad es tan extraordinariamente extraña... Hace años en una de sus visitas a la ciudad, Bill se enamoro de un joven humano. El escritor de los diarios, tu tío Ford. - la interrumpí grotescamente -¿Quien es Ford?- Astarot abrió la boca para responder pero se le adelantaron. - el hermano de Stan, quien murió mi culpa- habló por fin Bill con angustia. -Yo permití escapar el caos y Astarot lo condenó a morir, por que ella sabia que él era lo que más me importaba aun cuando estaba loco por el poder. Aún cuando no me quedaba nada...- él lloraba en silencio. Ahora entendia por que mi tio Stan lo habia amenazado. Yo miraba a aquella chica que sonreía en silencio. Hasta que habló -Bill, fuiste condenado a guardar el caos y debes volver a cumplir tu condena- el negó. -Nunca, no pienso volver a dejarme llevar por el poder y hacer daño a Dipper- la sonrisa de ella se desdibujó y chasqueo los dedos haciendo aparecer a mi alrededor un circulo de velas negras y un triángulo a mi alrededor. -Esta bien, entonces será el quien cumpla con la condena- Bill intento levantarse pero no podía moverse. -¡NO! ¡DEJALO EN PAZ! ¡LO SIENTO, YO CUMPLIRE LA CONDENA! Por favor...- suplicó Bill. Me estaba salvando la vida, nunca pensé que un demonio pudiera tener un buen corazón pero así es, Bill habría podido dejar que yo cargara con la culpa, sin embargo ahora entendía que todo lo que había hecho, desde el principio había sido por amor. A lo mejor no era gran cosa, pero para mí si lo era. -Astarot me transformare con una condición, Dipper se quedará conmigo y no le harás daño- la chica accedió. Alrededor de Bill aparecieron las mismas velas y el triángulo además de doce seres encapuchados que comenzaron a murmurar algo... Por suerte sin apreciarlo habían aflojado las cadenas que me mantenían cautivos así que logre liberarme y coger una espada de uno de los seres encapuchados. Allí le clave la espada y el ser cayo al suelo. Muerto. -¡No dejéis que escape!-grito Astarot después de cortar las cadenas que retenían a Bill. Lo tome de la mano y corrimos a gran velocidad. Los pasadizos habían cambiado, ya no estaba la escalera que subía hacia arriba sino un pasadizo que daba a un vacío de lava a la derecha de un puente de piedra. Ante nosotros apareció un ser con alas y garras espeluznante.

Intenté clavarle la espada pero provocó un sonido desgarrador y la espada cayó al suelo por la terrible necesidad de taparme los oídos. Cuando ceso trato de darnos un zarpazo lo esquive pero perdí el equilibrio y me hubiera precipitado a la lava de no ser por la mano salvadora de Bill. Él me subió de nuevo al puente de piedra y embistió a la arpía con la espada intentando matarla. Yo estaba absorto en Bill tanto que no me di cuenta de otro ser a mi espalda. Me giré para ver otra criatura que me dio un zarpazo en el abdomen, note como comenzaba a desangrarme poco a poco. Me coloqué una mano en el abdomen y agarre a Bill con la otra mientras corríamos perseguidos por las arpías. Logramos cruzar el puente pero continuábamos siendo perseguidos. Entonces me abracé a Bill que noto la herida y la sangre -Dipper... Estas herido- le besé en los labios y le susurré al oído. -Bill te quiero Después una luz cegadora y después nada... Creo... Que morí...

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