el palacio...

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Abrí los ojos, me sentía cómodo y cálido. Entonces note que estaba siendo abrazado por Bill y además mis heridas estaban vendadas. ¿Donde estábamos? A aquellas alturas yo debería de estar muerto.
Bill despertó también y me abrazo con fuerza. -¿Como estas? Me susurro en el oído acariciandome el pelo. Sin embargo yo le di un manotazo y lo aparte. -Dejame en paz- me levanté pero me mareé, estuve a punto de caer pero Bill hizo un gesto con la mano y floté, al parecer Bill volvía a ser un demonio. Forcejee para bajar, pero no pude, estaba enfadado ¿como era posible que estuviera casado?.  -Bill, quiero largarme de aquí, dejame en paz- él solo levantó la ceja y habló -Lo siento Dipper pero no es posible, ahora eres mi esclavo, y si no quieres morir o que te mate Astarot. No deberías desobedecerme.- Me dejo en el suelo y me apoye en una mesa. -Has perdido el juicio Bill, yo no soy tu esclavo ni te pienso obedecer, quiero que vuelva el Bill del que me enamore y no el egocéntrico demonio del caos.- dije respirando entrecortadamente. Él me lanzó una camiseta. -Nos vemos luego- dijo sin más desapareciendo de mi vista. Estúpido demonio. ¿Por que debí de haberme enamorado?

Recorrí el lugar, estaba en una pirámide suspendida en el cielo. Pero era algo como un inmenso palacio por descubrir. La pregunta era ¿y la puerta? Debía haber una puerta por alguna parte, pero ni rastro de la estúpida puerta hasta que... Llegué a lo que parecía un gigantesco recibidor con un bonito suelo de mármol. Y allí estaba la puerta que esperaba ver. Corrí hacia ella y la abrí para asomarme y ver un árido desierto con arenas moradas y seres extraños caminando por el suelo. El sol era de un extraño color verde y el cielo rojo, por no mencionar que estaba a miles de metros con respecto al suelo. Entonces me cogieron por la parte trasera de la camiseta. -¿Que haces?- me preguntó Bill soltándome -¿intentabas escapar?- mantuve la boca bien cerrada y él bajó el gesto disgustado. -Tendré que encadenarte por tu bien-

-¡¿QUE?!- ya era tarde una cadena azul me sujetaba por el cuello. -¡Bill dejate de estupideces!- él se rió, yo solo quería regresar a casa tan difícil era de entender, estaba atrapado en un mundo que no era el mío, con criaturas que no eran de mi especie y en contra de mi voluntad y Bill lo único que hacia era evitarme y fastidiarme. -Vamos Dippi- dijo tirando de la cadena. -Quiero darte algo- recorrimos el gigantesco palacio hasta llegar a un sala con un trono de piedra allí se sentó sujetando la cadena y me dio un paquete de colores azul y amarillos.

 -Quiero darte algo- recorrimos el gigantesco palacio hasta llegar a un sala con un trono de piedra allí se sentó sujetando la cadena y me dio un paquete de colores azul y amarillos

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Abrí el paquete y ví varios libros de aventuras con distintos títulos. Miré a Bill sin comprender. -¿Que es esto?- él me sonrió. -Son libros, acaso no es obvio, los conseguí por que se que te encanta leer y bueno así no te aburrirás cuando te quedes solo- miré los libros, los abracé y me eché a llorar. -¿N-No te gustan?- preguntó. -No es eso... Bill quiero regresar a casa. Con Mabel y con mi tío Stan- él suspiró con pesadez negando por la cabeza. -Aún no puedes volver, lo siento Dippi pero debes permanecer aquí conmigo- solté los libro y tiré de la cadena. -¡¿Por que?! ¡¿Para usarme como un consolador y deshacerte de mi cuando de aburras?! ¡¿Para que Astarot me mate?!- grité. -Dipper deja de decir tonterías- la cadena desapareció y me sujeto las manos. -Yo te quiero- me susurró en el oído. -¡mientes! ¡Tu estas casado con Astarot!- él me sujetó las muñecas y me besó. -Deja de hacerte tus propias conclusiones-

-Tu fuiste el que dijo que estabais casados- él se rió -Si, pero los matrimonios entre demonios no es igual que entre humanos, en estas relaciones se puede tener amantes y a Astarot no le importa que estés conmigo siempre que la complazca cuando ella diga- el me cargó modo princesa y subió por unas escaleras hasta entrar en una bonita habitación roja con una cama enorme. Allí me tumbo y comenzó a besarme el cuello. -Bill...ah~! Para~! N-No... No q-quiero...- Bill me sujetó las muñecas por encima de la cabeza. -¿Entonces por que estas gimoteando?- preguntó mordiéndome de nuevo. -N-No... Digah~! Ton-tonterias...- volví a hablar yo. -Me encanta... Cuando intentas hacerte... El rebelde.- me susurro Bill. Sentía escalofríos y una sensación placentera en el cuerpo -¿Bill? ¿P-Por ah~! que m-me quieres...?- le pregunté. -Por que eres mi alma gemela y estas tan loco como yo- respondió. Bill terminó por soltarme y me aferre a él profundizando un beso.

Atención +18

Bill me quitó la camiseta y también se quitó la suya. Entonces comenzó a bajar sus besos y mordidas desde mi cuello hasta mi pecho. Allí mordió y manoseo mis pezones. -Ahh~! No~! N-No hagas... E-eso~!- él bajo su mano hasta mi miembro, donde se había formado un bulto en mi pantalón. -¿Q-Que ha-Haces?- pregunté mientas el me desabrochaba mi pantalón y lo bajaba de golpe dejandome en calzoncillos. Con su mano frotó la zona más sensible de mi cuerpo mientras nos besábamos entrelazando nuestras lenguas. -Ah~! No~!- me quejaba sin embargo quería que continuara. Al final me quitó los calzoncillos y comenzó a masturbarme. -Ah~! Aagh~! P-pa...ra~!- supliqué. En poco tiempo me corrí en su mano llenándola de mi esencia. -Fuiste rápido- habló Bill sonriendo gallardamente. Yo estaba realmente rojo. El me dio la vuelta y me colocó en cuatro, luego se introdujo el dedo en la boca para luego comenzar a prepararme. -¡AH! ¡Bill para! ¡Duele!- exclamé al notar su dedo penetrando por el único hueco posible. -¿Te duele? Espera, dentro de poco se sentirá mejor- me dijo él con una voz reconfortable. Mientras movía su dedo dirigió su otra mano a mi p**e y comenzó a masturbarme de nuevo hasta que me corrí. -Ahhg~!- al cabo de poco tiempo comencé a gemir. -Bien, estas listo- dijo bajando sus pantalones para dejarme ver su gran miembro erecto. -Espera Bill! ¡n-no q-quie...ro seh...guir!- supliqué jadeando. -Vamos, yo sé que quieres- intente retroceder pero me sujeto y me dio la vuelta abriendome la piernas. -No te dolerá- aseguró. De una vez metió su miembro en mi interior -¡AHHH!- grite por el dolor producido. Él estaba encima de mí y yo lloraba de dolor. -Bill ¡Por favor! ¡Para!- supliqué. Él me ignoró y empezó a moverse mientras dirigía su mano de nuevo a mi miembro. -B-Bill D-Detente... N-No hagas que me ahg~! Corra de nuevo Ahh~!- volví a correrme antes de terminar la frase pero esta vez no fue con la misma intensidad. -Estas... apretado...- dijo el aumentando la velocidad. Bill me limpió las lágrimas y me miró a los ojos besandome en los labios y mordiéndome en el cuello. Aquello comenzaba a sentirse bien. Me agarré a su espalda y él se movió al más rápido. -Bill... Más r-rapido- le susurré al oído. Sentía su miembro caliente dentro de mí. Él aumentó mucho la velocidad, aquello ardía pero se sentían tan... Bien... -Ahg~! Ah~!- comencé a arañarle la espalda. -Dipper... Ah~ di... Mi nombre- me susurro en el oido. -Ahg~! Bill~! ❤ ¡M-Mas!- gemi yo aferrado a su musculoso cuerpo. -M-Me encanta oírte...gemir... Mi nombre m-mientras pides más- habló entre jadeos Bill. -Ahg~ Dippi, m-me corro...-

-Haz-Hazlo... De-dentro Ahg~!- unos segundos más tardes Bill lleno mi interior con su cálida esencia. Jadeante se tumbo a mi lado. Sorprendentemente no me dolía el abdomen pese a tenerlo vendado. Ambos nos quedamos dormidos antes de lo esperado.

-------------------------------------------------------------Buenoooo 😊😊😊 espero que les haya gustado. Si tienen algo que decir dejenlo en los comentarios. Con esto me despido hasta el próximo capítulo Chao, chao.

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