1. Rockstar egocéntrico y apuesto.

11.2K 416 10
                                    

—Vas a tener que repetirlo, Cassey, estuvo bien pero puede ser mejor — gritó Alesso casi emocionado por el trabajo.

Mientras la pista se ponía de nuevo en el cubículo de grabación pude notar como John, el mandadero de Alesso, traía consigo un montón de copias de discos. Tara detuvo la música cuando el productor y su ayudante se enfrascaron en una conversación sobre el trabajo de alguien más. Miré el reloj y me di cuenta que llevabamos más de tres horas en aquello, me dolía la garganta un poco y quería irme a descansar, así que tuve que hablar por el micrófono para llamar la atención de mi nuevo jefe.

—Eh, Alesso, creo que necesitamos un poco de atención por acá — expliqué y él me miro con una sonrisa de medio lado.

—Egocéntrica y valiente, me agradas demasiado, Cassey Joel.

Reí por lo bajo, asentí y cuando tuve su completa atención, volvimos a grabar.

Era la quinta vez que repetía este demo y ya había grabado otros cuatro antes, que también había tenido que repetir múltiples ocasiones. Estaba abrumada, estresada y sentía que pronto gritaría en lugar de cantar, sin embargo, sabía que debía hacerlo si quería conservar mi recién adquirido contrato con la disquera más importante del país, y no solo eso, también debía continuar si quería que Alesso Rowell (aclamado productor) siguiera trabajando conmigo.

Era tremenda suerte tenerlo conmigo, apoyándome en mi camino al éxito, según decían todos.

El egocéntrico y súper-talentoso productor y caza-talentos había llegado a mí como caído del cielo. Yo solía cantar en un bar de la ciudad las noches de los viernes, como un pasatiempo y como una manera de construir mi futuro hacia la música. Cabe mencionar que estaba comenzando a funcionar, pues subía vídeos de mí a YouTube y la gente empezaba a verme más y más cada día. Sin embargo, lo crucial de mi gran noche siempre tendría el entero protagonismo de mi triunfo.

Alesso Rowell apareció en el bar y recuerdo que tomó asiento hasta atrás, vestía un conjunto de traje semi-formal y un sombrero que le oscurecía el rostro al grado de casi desaparecerlo. Al principio no sabía si era o no él, pero me limité a cantar algunas de mis piezas originales, mientras escuchaba los vítores y aplausos de los asistentes entre una y otra canción. Mis amigos, Janet, Valeria y Greg, gritaban a todo pulmón clamando mi nombre y mi madre se emocionaba como si se tratara de la primera vez que me veía cantar. Yo ya me había acostumbrado. Pero todo cambió cuando en el medio tiempo de mi presentación me fui por una botella de agua al bar y él se aproximó a mí, con tan solo su mano extendida con una tarjeta de presentación.

No necesitaba presentarse, pero aún así la tomé porque tenía su teléfono. Ni siquiera puedo explicarles lo difícil que esos números eran de conseguir.

—Me interesa trabajar contigo, llámame mañana — fue todo lo que dijo antes de mostrarme una sonrisa para posteriormente marcharse.

Esa noche, como buena adolescente llegué directa a Twitter donde me hice cargo de que mis poquitos seguidores se enteraran de que yo había tenido mi golpe de suerte. No dije gran cosa, pero les expliqué que si todo salía bien yo sería algo así como la próxima Kelly Clarkson (sin el reality show de por medio). De inmediato todos comenzaron a dar respuestas parecidas a: "no te olvides de mí cuando tengas fama xoxo", "haz un cover y postéalo en YouTube", "preséntame a 3BOYS en cuanto los conozcas".

¿Enserio? ¿Nada de "felicidades Cassey, te lo mereces"? Pues no, todo lo que ellos podían pensar era en fama y 3BOYS, la banda más mediática y famosa del momento.

En fin, así es la gente.

—¿Estás lista para un gran salto a la fama? — preguntó Tara, la joven editora que tenía su larga y perfecta cabellera azabache en una trenza al estilo francés, sacándome de mis pensamientos.

Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora