Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie Jack

11. Con todos menos con William.

Cuando SOS The Band terminó su concierto privado, el día con William terminó y él me llevó a mi apartamento.

El lunes fue día de chicas por haberme perdido de todo el domingo con mis dos mejores amigas, pero invitamos a Greg porque él era lo máximo y porque parecía comenzar a tener algo con Valeria.

—¿Qué sucede entre tú y Greggie? — preguntó Janet a Valeria cuando el susodicho se había retirado al baño.

—Nada, solo que tú me has ignorado por salir con Asher y tú — me apuntó — con William.

—¿Has salido con Asher? ¿Asher Thomas? — me quejé con Janie.

¿Cómo era la última en...? Olvídenlo, es mi culpa.

—¡Ese no es el punto! — gritó —. ¿Sales o no con Greg? — se volvió ella hacia nuestra mejor amiga.

Valeria negó aunque claramente se notó un sonrojo en sus pómulos, pero no dije nada.

—Déjalo ir — dijo Val y yo me reí.

—Bien, pero Cassie no tendrá forma de huir, porque debe contarnos todo lo que sucedió ayer en su día con William — la voz de Janet sonaba muy divertida y pretenciosa para mi gusto.

—Desayunamos, me compró un vestido...

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Acaso te rasgo la ropa cuando...? — Valeria era una pervertida.

—¡No! — chillé y ambas rieron —. Su flojera no le permitió llevarme al apartamento y yo solo tenía la ropa de un día antes.

—¿Dormiste en su apartamento? — Janet enserio parecía sorprendida.

—No fue intencional, yo simplemente me quedé dormida el sábado y él me llevo a su apartamento, nada más.

—Si tú lo dices — susurro Valeria con un tono cansino.

—Bien, ¿qué más luego del vestido?

—Pues vimos dos películas y jugamos con palomitas a lanzarlas a nuestras bocas, cuando se caían decíamos cosas increíbles que nos hubieran pasado y luego fuimos a un concierto.

—¿Qué? ¿De qué? — Janet seguía enserio emocionada con mi día y yo no entendía el por qué.

—SOS The Band — dije restándole importancia.

—¡No inventes! ¡Quiero un William! — chilló y yo me reí pesadamente, no supe la razón, pero lo hice.

—Pues eso fue aburrido, pudieron ponerle adrenalina y decidieron que lo más extremo que harían sería lanzarse palomitas — comentó Valeria bastante aburrida con mi historia.

—No es mi culpa que tú te tires del bungee y arriesgues tu vida cada diez minutos, mi aburrida vida al menos es segura — alegué.

—Y llena de celebridades — terció Janet.

Me reí y luego contagié a las chicas.

—¿Por qué no me cuentan el chiste? — preguntó Greg volviendo a escena y por alguna razón reímos más fuerte.

El resto de mi lunes fue una película en el cine y tres más en mi apartamento con mis mejores amigos.

Es increíble, pero cuando pasas el tiempo con tus amigos, todo se siente en calma, como si no te faltara nada. Y entonces, cuando se marcharon y me fui a dormir porque debía trabajar en el estudio al día siguiente, me di cuenta que me faltaba algo y me costó trabajo admitir que comenzaba a volverme dependiente de ello, o bueno, de él. Me faltaba William haciéndome reír y molestando, realmente le tenía cariño.