4. Rockstar amigo.

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—¡Juega! — gritó Janet en mi oído provocándome dolor de cabeza instantáneo.

—Soy la peor jugadora del mundo, en serio.

—¿Acaso Cassey Joel tiene miedo de perder en el Mario Kart? — preguntó William provocándome un instinto competitivo.

—Enserio soy la peor — refunfuñé dejando escapar un soplido.

—Puedo ayudarte si lo deseas — explicó con una voz misteriosa mientras me alzaba del sillón por la mano, rumbo hacia la cocina.

Caminamos hasta la barra y me recargó contra ella. Mi blusa se alzó un poco por mi espalda haciéndome tener un escalofrío en el ligero contacto con el mármol helado.

—¿Qué pretendes, Strat? — enarque una de mis cejas y él tomo mis manos alzándolas al aire y luego dejándolas caer.

—Puedes ser mi equipo — sugirió sonriente, como si fuese la mejor idea del planeta, como si me estuviese dando la oportunidad de ganar un premio magnífico.

Lo miré un segundo buscando indicios de que estuviera de broma o de que en algún recóndito lugar de su ser él quería mentirme, pero más bien parecía un inocente niño con una extraña idea que a él le parecía buena.

—¿Cómo haremos eso? — pregunté —. Solo hay dos controles.

—Asher y Janet serán un equipo, tu y yo el otro.

Aunque seguía confundida con su idea, me dio una mirada de súplica, parecía tan convencido de que era el ser humano más inteligente del planeta y no me pude negar. Me llevó de la mano hasta la sala y me indicó un sillón de dos plazas que estaba libre.

Asher lo miro fijamente y William solo miró hacia otro lado como si estuviera evitándolo, por su parte, Janet me lanzo una mirada juguetona y yo le reproché con los ojos el hecho de que pensara cosas extrañas, luego me di cuenta de que William había entrelazado sus dedos con los míos y yo ni siquiera me había dado cuenta como para evitar eso.

—Vamos a jugar — dije alzando ambos brazos al aire como excusa para zafarme de su agarre.

—¡No puedes tener un ayudante! — se quejó el rubio desde el costado de Janie.

—Claro que puede y tú puedes tener a Janet — aclaró a prisa Strat que parecía aun emocionado con la idea.

Luego de que él les explicara que jugando por turnos sería lo justo para todos y que entonces yo no tendría esa enorme desventaja por ser torpe en el juego, ambos accedieron y Connor solo nos miraba como si estar con jóvenes tan extraños le provocara vergüenza, en un punto se marchó de la sala pero nadie hizo alarde de ello.

Estaba con William a mi lado, mi mejor amiga seguía en el sofá que hacía esquina con el mío y fingía que estaba planeando su estrategia de juego con Asher.

¿De verdad? Solo era Mario Kart.

Íbamos a empezar cuando Connor volvió de quien-sabe-donde y tomó lugar en el sillón para uno que quedaba vacío, nos miraba como si aquello fuese intenso, una guerra tan sangrienta de videojuegos que terminaría desatando la tercera guerra mundial.

La consola empezó a hacer su trabajo y luego de que Asher y Janet discutieran un poco sobre el personaje que querían tomar, William tuvo la misma idea que yo... queríamos a D.K. Adoraba a ese gorila y el modo en que parecía tan cómodo e invencible sobre su auto.

—¡Es el amor de mi vida! — grité emocionada, antes de que comenzara la partida.

—Creí que ese era Tom Welling — exclamó Janet fingiendo estar sorprendida y confundida.

Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora