Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie Jack

16. Burla en televisión nacional.

Cuando abrí los ojos un borroso William con el ceño fruncido y los labios pálidos, apareció frente a mí.

Tenía el cabello hecho un desastre, sus ojos estaban rojos, hinchados y sus manos se apretaban cada cierto tiempo contra sus piernas.

—Hola, tú — lo saludé con una sonrisa que me dolió.

—¡Cassey! — respondió él soltando el aire que parecía haber contenido por mucho tiempo.

—¿Dónde estoy? — pregunté observando a mi alrededor.

Era claro que me había desmayado, pero no me encontraba en un hospital, era más bien una habitación desconocida con luces tenues de lámparas a mis costados.

—En tu habitación del hotel.

—Genial — asentí y eso volvió a darme dolor, así que hice una gran mueca.

—¿Estás bien? — Los ojos de William aparte de estar deshechos por la resaca parecían enserio preocupados por mi estado.

—Sí, solo me duele la cabeza.

Lo vi torcer el gesto, como disgustado de que aquello estuviera ocurriendo, pero no quise decirle nada porque no sabía lo que en realidad sentía o pensaba. En cambio, traté de tomar una posición distinta, pero mis brazos se sentían adormecidos.

—¿Necesitas ayuda?

Asentí.

—¿Cuánto tiempo he estado así?

—Solo un par de horas.

—¿Un par de horas? — pregunté sorprendida, creía haber pasado una eternidad.

—Sí, son alrededor de las siete.

—¿Y no has dormido?

—No, estoy bien — acotó rápidamente.

—También lo estoy, quizá te haría bien ir a dormir — insistí.

—No, aquí es donde quiero estar.

Decidí dejarlo quedarse, sin embargo, una vez que se sentó a mi costado no pudo evitar comenzar a adormecerse, así que luego de un rato se quedó profundamente rendido. Me rendí con él, hasta que Kyle apareció gritando que debíamos despertar.

—¡William! Despierta, enserio, tienes que despertar — gritó.

Yo abrí los ojos justo a tiempo para ver a un muy asustado William sentarse de golpe sobre el colchón.

—¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Está Cassey bien? ¿Dónde está? — dijo todo muy rápido y aun adormilado, sin darse cuenta que yo estaba a un lado.

Comencé a reír y él talló sus hermosos ojos verdes con sus puños.

—Está ahí — gruñó Kyle, aunque lo vi tentado a reír conmigo.

—¿Entonces por qué rayos me despiertas en mis vacaciones?

—Porque han llamado de Buenos días, América, están en un especial aquí y quieren entrevistarnos junto a Edward y Cassey, cosa que a Alesso le ha parecido fabuloso.

—¿Qué? ¿Estás de broma? — pregunté con los ojos muy abiertos.

—Sí, son nuestras vacaciones — gruñó William.

—Es grandioso — dije yo en cambio.

—¿Grandioso? — cuestionaron ambos chicos al mismo tiempo.

—Sí, mi primera entrevista junto a ustedes chicos y con Edward Finlay. ¿Qué podría salir mal?

Una hora más tarde estábamos en el estudio del programa con maquillaje cubriendo nuestras grandes bolsas bajo los ojos, con un hueco en el estómago, con personal persiguiéndonos a todas partes y sobre todo, con muchos nervios, al menos yo.