Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie Jack

2. Rockstar estúpido.

Caminé como idiota por toda la casa de Alesso y jamás encontré a Tara. A pesar de que no había mucho donde buscar, me frustré pronto y luego caí enojada porque ella simplemente me había dejado sola. No me molestaba estar sola en circunstancias cotidianas, pero en una fiesta de celebridades donde yo no conocía a nadie, definitivamente me molestaba. Además, todo empeoró mi estrés y mi frustración cuando un chico castaño me miró con pena mientras me decía:

—Tú amiga te ha abandonado querida, se fue hace un rato con su novio. Ya sabes, ocupaban una habitación.

Aunque sonaba ebrio y ni siquiera podía dar fe de que realmente se refiriera a Tara, me enojó pensar que de ser ella realmente, me había abandonado a mi suerte por un chico. No le dije nada al comentarista y en cambio me dirigí a un sofá esquinero que estaba desocupado.

Busqué mi celular en un costado de mi cintura entre la falda y mi piel, lo saqué y antes de mirar la pantalla lo tallé contra la falda porque estaba un poco empañado por el calor que mi cuerpo emanaba. No, Alesso no había prendido el aire frío. Y hablando del anfitrión de la fiesta, creo que nunca se apareció porque no lo vi ni un segundo. Llegó un momento en el que pensé seriamente que quizá solo había prestado su lugar para la reunión pero su intención no era estar presente, él no parecía el hombre que perdía noches con un montón de jóvenes figuras públicas.

Llamé el número de mi madre unas diez veces pero ella nunca respondió. El buzón seguía llegando directo y yo estaba palideciendo de pensar que tendría que irme sola hasta mi departamento, en otra zona de la ciudad.

Decidida a calmarme, me puse de pie y caminé hacia la salida, me paré bajo el marco de la puerta para que el viento frío me relajara un poco y gruñí por esos "directo a buzón". Luego de mucho intentar, pasé a mi segunda opción y mientras redactaba el texto para Janet, una mano tocó mi hombro sobresaltándome más de lo que me gustaría aceptar.

—Tranquila, solo quería preguntar si estás bien — explicó Asher retrocediendo un paso.

—Seguro, solo busco a una amiga que me lleve — hice una pausa —, luego de eso podrás conservar todo el jugo de la fiesta — bromeé pero él no rio.

—¿Quieres decir que no tienes quien te de un aventón?

—Bueno, tenía, pero se ha ido a... la verdad no lo sé — terminé bufando por enésima vez y volviendo a odiar a Tara por ser tan desconsiderada conmigo, al menos me hubiera dejado las llaves de su auto.

—Tengo un amigo que se irá, ¿quieres ir con él?

—Yo...

—No soy asesino y, de hecho, soy una estupenda opción — interrumpió William detrás del rubio, que apenas y se movió por la aparición de su amigo.

—Gracias, pero, creo que es buen momento para decir que por nada del mundo me subiría a tu auto — le expliqué y luego volví al celular a redactar el texto a mi amiga (la que sí era buena), zanjando la conversación.

—Tranquilo Thomas, de aquí yo me encargo — comentó el famoso cantante guiñando uno de sus ojos verdes y sin entender que no iría con él.

Asher se regresó al ambiente fiestero que provenía desde el jardín y luego se perdió entre la distancia y la pequeña multitud que aún quedaba.

—Deberías volver con él, diviértete — animé a mi acompañante dándole un amigable empujón por el costado.

—Estoy cansado, quiero ir a dormir ya.

—Bueno, entonces ten una buena noche.

Clavó por un segundo su mirada en mí y yo solo la mantuve. Enserio quería que él siguiera con su vida, yo no era nadie importante para él y no tenía que fingir que era la persona más amable del mundo conmigo. En unos minutos Janie contestaría mi mensaje y luego estaría sobre la calle con su Opel lista para llevarme a casa, incluso teníamos la opción de pasar antes por una pizza o algo así. William no tenía nada de qué preocuparse, no sobre mí. Además, de verdad, no quería estar vinculada de ningún modo con él.