Nunca hablaba con la gente de mis sentimientos, tampoco les contaba de mis experiencias pasadas, en especial si éstas tenían que ver con dolor o tristeza, pero Strat se había mostrado muy interesado en preguntarme si alguna vez alguien me había roto el corazón.
Y lo cierto es que sí, una vez cuando tenía dieciséis. No sé si a esa edad uno es más vulnerable o la vida parece más jodida o uno da traspiés de inexperto, pero fuere por lo que fuere, me rompieron el corazón y me hicieron sentir pésimo. Y le conté todo, porque ya lo veía como una anécdota graciosa, porque lo había superado y porque él no buscaba la historia con la intención de incomodarme.
Fue un chico de mi escuela y salimos por ocho meses, hasta que un día él me confesó que no estaba enamorado de mí, que conmigo era mejor ser amigos y al día siguiente descubrí que en realidad ya tenía algo que ver con otra chica de mi curso. Aquello no solo me hizo sentirme muy mal, sino que también me volvió complicada, llena de dudas e inseguridades. ¿Qué estaba mal conmigo? ¿Cómo puede un chico decir que no puede enamorarse de ti luego de ocho meses de estar juntos? ¿Y lo que se comparte? ¿Y el tiempo que perdiste en él?
Fue deprimente. Deprimente y desagradable.
Estaba enojada, mucho y creo que fue ahí donde me prometí nunca ponerme seria con alguien, nunca volver a darle a alguien el poder de vulnerarme de esa forma. Uno les daba el corazón y ellos decían que no sentían nada.
Me paralicé por un segundo, cayendo en cuenta que ahora yo era el chico. ¿No? Estaba jodiendo a William de la forma en que me lo hicieron a mí.
Rayos.
Cerré el pico abruptamente y cambié el rumbo de la conversación.
—¿Y a ti? ¿Cuántas veces te han roto el corazón? — le pregunté a William que estaba recostado conmigo en su pecho.
Era miércoles por la tarde y estábamos disfrutando de un rato en el parque frente a mi conjunto de apartamentos porque era uno de esos lugares donde solo ciertos inquilinos tienen llave y entonces el uso es restringido, es decir, no prensa ni fans, solo William y yo haciendo nada. Estábamos tumbados sobre el césped porque no había mejor modo de perder el tiempo y platicábamos de cosas que parecían simples pero que se tornaban intimas conforme pasaba el tiempo.
—Ninguna vez, digamos que no he tenido relaciones formales o intensas, generalmente mis relaciones duran muy poco.
—¿Enserio? — me lo creía, pero también me extrañaba bastante.
—Sí — hizo una pausa —, bueno, estuvo esta chica que enserio me gustó cuando tenía solo quince pero ella estaba conmigo para darle celos a su ex. Creo que al final lo que me hizo sufrir por ella fue que dijo que yo no era tan guapo, porque vamos, es obvio que soy un hermoso — contó con sarcasmo y como no podía verlo a la cara, lo imaginé haciendo su mueca de "no importa mucho", pero supe que algo tuvo que tener esa chica para que la recordara.
—Pues ella se lo perdió — dije en instinto de consolarlo.
—¿Ah sí? ¿Y qué se perdió? A veces pienso en ello y no creo que perdiera la gran cosa, porque de haberlo hecho ya habría vuelto arrepentida, pero lo cierto es que no lo ha hecho. Así que no, no se lo perdió porque probablemente buscaba algo diferente — explicó filosófico.
—Okay, tienes un punto ahí, pero sea como sea, creo que ya estuvo bueno de corazones rotos.
—Eso es seguro — dejó de acariciar mi cabello y yo me levanté de su pecho.
Ambos nos sentamos mirando al otro y nos sonreímos, estar con él era fácil cuando no insistía en coquetear.
—¿Puedo hacer algo con tu cabello?
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Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie Jack
Ficção Geral¿Te imaginas conocer al integrante de una famosísima banda y dejarlo en la FRIENDZONE? SINOPSIS COMPLETA EN LA OBRA. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA. REGISTRADA Y PROTEGIDA. SÉ ORIGINAL.