21. El Rockstar que casi se queda en la FRIENDZONE.

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Llegamos al apartamento de Connor y William pasadas las diez, el tráfico había estado pesado, pero eso solo sirvió para que mi acompañante y cómplice me ayudara a llenarme de agallas para afrontar lo que vendría. Sin embargo, todo el coraje que reuní se esfumó cuando llegamos al apartamento y éste se encontraba completamente vacío. Strat no estaba ahí.

Connor lo llamó repetidas ocasiones pero el celular marcaba directo al buzón.

—Maldito destino — mascullé, entre molesta y nerviosa.

—Puedes esperarlo, si quieres — se alzó de hombros, pero yo negué.

—No, iré a casa, vendré a buscarlo por la mañana.

—¿Te llevo?

Negué, ya había hecho demasiado por mí, más de lo que jamás sabría.

—Tomaré un taxi.

Me despedí de él con un beso y un abrazo antes de marcharme.




Después de haber rodado por la cama toda la noche y de haberlo meditado toda la mañana, decidí que no quería llegar al apartamento de William y simplemente hablarle, así que me dispuse por otro plan.

Llamé a Janet y le pedí que me hiciera un favor.

Y para las doce de mediodía, supuse que ella ya había hecho su parte del plan, así que me dirigí al parque donde habíamos acordado. Me había puesto un bonito vestido, unos zapatos de piso y me había recogido el cabello, me había esforzado en maquillarme y tomé las cosas que había comprado para William. Tomé un taxi hacia el lugar y éste me dejó ahí quince minutos antes de la hora en que todo pasaría.

Había elegido un parque privado cercano a la casa de Janie, era similar al que estaba en mi conjunto de apartamentos, pero menos obvio.

Mi mejor amiga y Asher aparecieron al rescate, con toda la intención de ayudarme, listos para que por fin el vaivén entre William y yo se terminara. Y mi parte favorita de todo era que nadie hacia mella al respecto.

¿Te ha pasado?

De pronto te has pasado la vida entera negando que sientes cosas por alguien mientras los demás insisten, entonces un día descubres que ahora sí hay sentimientos por ese alguien y uno de tus mayores y más absurdos miedos es que la gente termine por burlarse de ti, incluso si dicen ser tus amigos.

Bueno, pues para mi afortunada persona, mis amigos no se burlaron, no me reclamaron ni me gritaron "te lo dije". ¡No! Ellos decidieron entenderme, ayudarme y empujarme a ser valiente en el amor.

Acomodamos el picnic que había preparado, en recompensa por todas las veces que William había planeado cosas para mí, en agradecimiento, pero ante todo, en demostración de que me importaba tanto como yo a él.

Mi plan había sido el siguiente: Janet lo llamaría para pedirle ayuda para una supuesta sorpresa para Asher, pues pronto sería su cumpleaños, William (tan lindo como siempre) no podría negarse a la petición de mi mejor amiga y terminaría por ayudarla, pero llegaría a encontrar algo distinto, pues la sorpresa sería para él. Y yo solo esperaba que no me rechazara, que no se fuera y me dejara ahí, justo como yo lo había hecho con él. Ahora que tenía la certeza de que seguía siendo un hombre soltero, sabía que debía apresurarme y que si fallaba, se debería únicamente a mi estupidez.

—William es demasiado bueno como para hacerte sufrir — comentó Asher, terminando de poner los últimos globos en su sitio.

El sitio era tremenda cursilería, con flores, globos, chocolates, una manta roja, una canasta de comida, vino y deliciosos canapés, eso y la sorpresa final. Me encantaba y al mismo tiempo me daba miedo.

Rockstar en la friendzone | EDITANDO | Angie JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora