El petirrojo y el Fenix rojo

Secuestro

Espero les guste este nuevo capítulo, saben que con sus votos y comentarios me hacen muy feliz, les agradezco aquellas que han comentado el cap. anterior.

Disfrutenlo :D

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-No te vayas- pidió la voz electrónica del comunicado de la chica.

-Descuida, buscare la manera de venir a verte- Dick observaba los tristes ojos de su hermana.

Arwen agarró la mano de Dick, no deseaba estar sola, todo el día lo estaba, ocasionalmente iba Alfred a verla o a llevarle de comer. Sabía por él que su padre les ponía misiones de bajo nivel a su hermano, ella se culpaba, sabía lo importante que era para Dick ser Robin y vencer el mal, ser un justiciero. Tampoco tenía noticias de los Zucco, la Liga no había encontrado nada, según le informaba su fiel mayordomo, lo cual era extraño porque eran villanos menores y dudaba que le estuvieran mintiendo.

Dick por alguna razón sabía lo que estaba pensando Arwen, quizás por la conexión que formaron el día en que se conocieron.

-haré lo posible para que Batman me deje buscar a los Zucco, ellos ya no ocasionaran más daño-Arwen le sonrió a su hermano y acariciaba su mano con el pulgar, lo jaló un poco para darle el típico beso de agradecimiento en la mejilla, algo que Dick esperaba con ansias, pero la posición hincada de Dick hizo que perdiera "extrañamente" el equilibrio. Trató el chico de estabilizarse, pero vio una excelente oportunidad, así que simplemente se dejó caer.

Un beso.

El primero de la chica, eso no lo había planeado, un "accidente", la chica estaba más que roja, en la obscuridad brillaba como una linterna roja, solo que no había anillo. Dick por su parte, vaya que había soñado ese momento y como todo joven juguetón y coqueto movía sus labios para provocar a su hermana a que continúe el beso, después de todo no lo había rechazado.

Ya no eran Robin y Fénix, ahora era un par de pajaritos tortolos, pequeños y dándose besitos de piquito, pero pareciera que la metamorfosis no quería quedarse ahí, y Dick no lo permitiría, él quería ser ahora un feroz gatito; Había esperado desde el día en que la conoció para besar esos rosados labios, un sueño hecho realidad. Como había anelado ese beso y era fantástico, como cientos de robins revoloteando en su interior, sus manos y labios temblaban, al igual que los de ella; La mano derecha de Arwen, la buena, se levantó y jaló más la cabeza del chico, dejándolo casi encima de ella.

Ambos disfrutaban el beso, Dick movió una mano hacia el cuello de la chica y lo fue bajando acariciando el trapecio y finalmente el hombro, pero un quejido lo hizo parar, olvidó que estaba lastimada.

-Yo...uff...woa- Expresaba Dick al final sonrió mordiéndose levemente los labios- Espero te cures rápido.... "Dios, que ya este curada mañana"

La chica sonreía y también se mordía los labios, había sido su primer beso y fue increíble. ¡Pero claro que debía ser increíble!, ¡besó a Dick Grayson, el famoso Robin! ¿Quién no deseaba eso?, seguro las chicas de la plaza comercial que chuleaban a SU Dick la envidiarían en ese momento y ella se regocijaba de felicidad.

-Sé que están en su momento feliz, y estoy seguro que pueden continuarlo y subirlo de nivel cada quien, en su sueño, Joven Dick, a su cuarto- ¿acaso fue Alfred quien ordenaba? Y ¿desde cuándo estaba ahí mirándolos?

-Claro, vendré en unas horas- Le susurró el chico con su juguetona sonrisa-

-Te estaré esperando- Le escribió la castaña sin que el comunicador lo dijera, solo que Dick lo leyera.