El petirrojo y el Fenix rojo

El fénix no es inmortal. (Editado)

Holis, ¿qué tal?, quería comentar que esta historia tengo muchísimo tiempo pensándola, recreándola en mi imaginación, cada vez le agrego cosas nuevas hasta que quede perfecta ya tengo parte de la historia, me está gustando, pero cualquier comentario crítico, retro alimentador, me lo pueden decir, inclusive ideas. Quiero decir que escribo más que nada para recordar mi infancia donde solía hacerlo, no espero gran fama ni mucho menos, pero sí el que sea leído y poder mejorar con los comentarios. Tengo años (12 aprox.) leyendo fics, historias, etc (desde los 11 aprox.) y realmente me apasiona, tanto leerlos como escribir, así que espero sus comentarios.

Otra cosa, mmm, cuando leo fics, por ejemplo: robin X lector y ponen una rayita (__) suelo poner el nombre de Arwen, me encanta ese nombre, es del señor de los anillos, así que se me hará súper raro poner una rayita en lugar del nombre que siempre uso, pero si para ustedes es mejor ponerle una rayita díganmelo y lo are. Pero por el momento será ése el nombre del personaje principal.

Bueno por el momento es todo, por favor DISFRÚTENLO.

EDITADO: 18/04/2017

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"La última primera vez, nos dijimos tantas veces adiós que despedirnos significaba reinventar un reencuentro." Anónimo. 

-KALEIDO, NEW YORK-

-Lo harás bien hija.- comentó una mujer con cabello rubio entrensado cual corona y finalmente amarrado en un moño, traía puesto un largo vestido rojo, ligero y algo transparente, dejando ver ligeramente un leotardo de cuerpo completo color blanco. 

- Mamá este traje está ajustado.... Y demasiado escotado. - una joven de 15 años llamada Arwen se miraba en el espejo, llevaba un vestido rojo brillante, la falda estaba en tiras, por abajo tenía un leotardo igualmente rojo, la falda dejaba ver sus pierna, blancas como el resto del cuerpo y su cabello estaba suelto de color castaño con tonalidades doradas y ligeramente ondulado, le llegaba a media espalda y tenía un partido a la mitad que la hacía ver tierna y angelical.

Madre e hija, juntas interpretarían el gran acto de las Fénix, el dorado y el rojo. Laya, la madre de Arwen, es trapecista, lleva años trabajando para KALEIDO y se ha convertido en la estrella principal gracias a sus impresionantes acrobacias, a los 20 años se enamoró de un joven espectador que iba a verla constantemente, fue un típico amor de verano que le dio un hermoso regalo, pero perdiendo a su amor verdadero, ese hombre simplemente se fue, dejo de visitarla por lo que no pudo darle la noticia de que estaba embarazada.

Así nació Arwen, entre actores, cantantes, acróbatas, todos ellos, todo KALEIDO era su familia, aprendió de cada uno, sus técnicas, el arte de expresar con el cuerpo, entró al escenario desde los 5 años, dando simples ruedas de carro y ahora a sus 15 años se presentaba a lado de su madre, el gran Fénix dorado dando grandes espectáculos. Ella no conocía a su padre y no tiene la más mínima curiosidad de conocerlo, ¿para qué? si tenía una gran familia que la apoyaba.

.-Fénix salen en 2 minutos- comentó Charlie entrando por la puerta con un cuaderno donde venían todas las funciones, era chaparro, canoso, se le veía la cantidad de años, que probablemente tenía, cargados en sus arrugas. Portaba un micrófono adherido al cuello de su polo y una radio donde comunicaba todo, él siempre estaba en todo, mantenía el orden en KALEIDO.

.-ya vamos, Charlie.- respondió la madre de Arwen.- es hora hija.- volteó la rubia a ver a la menor quien se subía el escote de su rojo vestido, haciendo pucheros al notar que no había cambio alguno.

.- puff, sigo creyendo que el vestido está muy escotado.- resignada la joven caminó tras su madre a sus posiciones.

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