Capítulo 8

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El equipo Gai se encontraba corriendo, saltando de árbol en árbol para ir a alguna misión. Tenten aún no tenía ni idea de dónde la llevaban, y eso le molestaba. Pero no podía hacer más. Debía descansar el tiempo suficiente, crear un gran terror en Konoha. Hacer que todos tiemblen ante ella.



Su nuevo compañero suspiró al ver las habilidades que esta tenía.

—¿Pero qué putas te pasa?—preguntó, mirando como la castaña, a pesar de verse más hermosa, no avanzaba con sus habilidades.

Ella suspiró, cansada.

—¡Ya sé que no soy fuerte, pero déjame demostrare que soy resistente!

—Eres fuerte, pero te falta la bendición de Jashin.

—¿Jashin?—preguntó la castaña, parando su entrenamiento para mirar a aquel hombre que contenía unos ojos entre zafiro y violetas—. ¿Qué es?

Se sintió algo insultado ante aquella pregunta, pero, no dudó en responderle.

—¡Jashin es vida! Sus rituales son...—pareció no terminar la palabra. Parecía una adolescente enamorada de algo, por lo que rio—. Es una religión.

—¿Tú eres-

—¡Soy fiel de Jashin! Deberías hacer un ritual para ser como yo. Serías mucho más pode-

Esas palabras ya le gustaron más. Quería entrenar, hacerse poderosa, sin importar qué. Total... Jashin era un nombre... ¿cómo decirlo? ¿confiable? No sabía dónde se metía, pero entonces Hidan era su compañero. Y debía de confiar en su compañero.



—Tenten. ¡No te distraigas!—le gritó el Hyuga. Justo cuando Tenten volvió a la realidad, vio un tronco de árbol en frente suyo. Lo esquivó con una rapidez muy digna.

—¡Gai-sensei!—gritó Lee—. ¡Hemos llegado!

—¡Bien! ¡Os hecho una carrera!

El sensei del equipo se marchó, corriendo, hacia un lugar que Tenten desconocía. Como era obvio Lee lo siguió, con más prisa que nunca, sonriendo por los tiempos que pasaba con Gai-sensei, por el hecho de que pudiese andar de nuevo. Todo era como en los viejos tiempos, y no había ninguna persona que lo sintiera más que Lee.

Neji suspiró.

—De nuevo esos-

—Descansemos—sonrió Tenten, sabiendo que podría ser una buena oportunidad para observar los puntos débiles de Neji. Los shinobis constantemente cambiaban, por eso, debía mantenerlo todo con calma—. Aquí.

Se sentó en un árbol. A Neji no le quedó otra que sentarse a su lado, pues había que recordar que el Hokage le encargó a él que controlara a su antigua ex compañera, ya sea con el Byakugan o sin él, era bueno que ambos estuviesen cerca. Aunque el verdadero propósito de Kakashi era hacerlas entrar en razón, a ambas.

—¿Crees que será un gato de nuevo?

—Ya no somos críos graduados de la academia. Seguramente tendremos que enfrentarnos—suspiró.

Los ojos perla de Neji se posaron en los ojos castaños de Tenten. A veces incluso él podía ver cada detalle de ella, cómo había cambiado.

Sus ojos castaños en un gran perfilador negro, sus labios con brillo natural, su cabello suelto, su antigua banda de Konoha, rallada, envuelta en su cuello como si fuese un collar... Todo en ella era nuevo. Incluso siendo tan inusual de él, se preguntaba cómo sus senos habían crecido en tan poco tiempo.

Las nuevas enemigas de Konoha ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora