Capitulo 13.

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Sentía los rayos del sol estrellarse contra mi cara pero hacía caso omiso a la presencia de estos, simplemente metía la cabeza debajo de la almohada y seguía durmiendo. 

Algo raro pasaba, oía ruidos en el piso de abajo...aunque la verdad prefería no hacer caso a esos ruidos y por una vez tener un día normal de una chica normal de 18 años....pero ¿para que mentirme? Ya nada en mi vida era normal, debería asumirlo lo antes posible.

Tras varios segundos  mi cabeza procesó que lo que estaría bien seria bajar y ver que estaba ocurriendo...pero ¿realmente quería hacerlo? Estaba expuesta a que fuera cualquier cosa....había vivido experiencias horribles estos últimos meses....podría esperarme todo lo imaginable.

De repente sentí unas manos frías acariciando mi mejilla, abrí los ojos y allí estaba el...Will, como siempre con una misera sonrisa dibujada en la cara.

El corazón empezó a acelerarse y mis manos temblaban, no quería que viera mi miedo pero ¿que iba hacer? Estaba delante del hombre que me había arruinado la vida.

Me incorporé rápidamente y aparté su mano de mi alcance.

-Yo: ¿que-e haces aquí Will?

-Will: Pequeña ingenua, ¿tu que crees? Te he echado de menos

con uno de sus dedos empezó a acariciar mi muslo

-Yo: quita tus sucias manos de mi, quiero que te vayas ya. Fuera de mi casa

-Will: woah, no, sabes que esto no funciona así bebé.

-Yo: por favor Will, no me hagas nada

Paró por un momento y frunció el ceño. Se sentó en el borde de la cama dándome la espalda.

-Will: No, aún no. Tengo un mensaje para ti y tus inútiles protectores 

Se volvió dejando media cara a la vista y sonrió cínicamente

-Will: di les que el juego no ha echo mas que empezar.

Y se levantó sin mas y comenzó a caminar hacía la puerta

-Yo: ¿por qué ellos? Me queréis a mi, pues aquí me tenéis pero dejadles a ellos en paz.

-Will: No es tan fácil preciosa, hay cosas que no sabes

Y desapareció a medida que iba caminado hacía la salida. Me levante de la cama y corrí hacía la planta de abajo, miré hacía todos lados pero Will ya se había marchado.

-Yo: ¡Zayn! Zayn ¿dónde estas? Zayn por dios

Le busqué como loca por todas las habitaciones pero no había rastro alguno de el. ¿se lo había llevado? ¿le había echo algo malo? Comencé a llorar y me deslicé en el suelo, poniendo mi cabeza entre mis rodillas. Esto no podía ser verdad ¿que querían de mi? No han tenido suficiente con todo el daño que me han echo que siguen haciéndome la vida imposible. Aquí el puto problema era yo....¿que harían si yo ya no estuviera? 

Miles de ideas rondaban por mi cabeza pero solo una lo suficientemente buena. Corrí hacía mi cuarto y de mi pantalón saqué a la que, tal vez, pudiera sacarme de todo esto.

Agarré con fuerza la cuchilla  y comencé a trazar líneas sobre mis muñecas. Una detrás de otra hasta quedarme sin fuerzas. La cuchilla resbaló de mis dedos y yo me quedé allí tendida, en el suelo, cubierta de sangre y esperando a que el destino eligiera por mí.

No habían pasado apenas minutos algunos aunque para mí se había convertido en una eternidad cuando escuché unos pasos dirigirse hacía mi. No, no, esto no debería estar pasando. Tendría que estar yo sola, desvaneciéndome. 

Sentí el agarré de alguien y las lágrimas caer sobre mi cara. Me pedía que abriera los ojos, que despertara. Pero ¿que?, estoy despierta, siempre lo estuve pero el cansancio y la falta de fuerzas hacían imposible un simple movimiento por parte mi cuerpo. Por un momento paré y concentré todas las fuerzas que me quedaban en escuchar la voz de aquella persona, me resultaba familiar... dulce, pretectora.

No puede ser. 

-Yo: ¿Zayn?

Mis ojos se abrieron lentamente pero no lograba ver con claridad

-Zayn: pero ¿que te has echo pequeña?

-Yo: Yo solo quería acabar con todo esto, Will vino y yo...

Comencé a llorar de nuevo aunque me era difícil sacar lágrimas. Sentía un fuerte dolor por todas partes, era como si me fuera a romper en pedacitos de un momento a otro

-Zayn: sh, ya me lo contaras pero antes tienes que recuperarte.

Besó mi frente y sentí un fuerte peso sobre mis párpados que se fueron cerrando poco a poco, mi cuerpo totalmente dormido y mi mente había dejado de pensar.

Killer wingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora