Crush » Calum Hood

36

—Hola, bebés —saludé a mis perritos.

Les serví comida en sus platos y me tiré sobre el sofá. Estaba tan aburrida, éste tiempo sin salir o sin estar con Calum realmente me afecta.

Mi teléfono había estado apagado desde ese día y varias veces lo había querido encender pero reprimí las ganas de hacerlo.

Escuché varios golpes en la puerta y los ignoré pero de pronto escuché a alguien entrar por la ventana de la cocina así que salí corriendo y mis perritos venían detrás de mí. Me escondí debajo de mi cama pero me marché de una bebida roja que no recordaba haber dejado ahí y lo peor es que mi blusa era completamente blanca y ahora está manchada de rojo. Mis perritos se metieron al baño y realmente no sé porque pero les agradezco.

Sentí a la persona entrar a mi habitación y contuve la respiración unos segundos, apreté los labios y cerré los ojos.

De pronto sentí como me jalaban de los pies por fuera de la cama y grité. Tomé un zapato y me preparé para lanzárselo a quien sea que fuera. Estaba a punto de lanzarlo pero escuché a alguien gritarme.

—¡No! no lo lances, soy yo.

Abrí los ojos y me encontré con Calum tomando mis pies y mirándome sorprendido.

—Pues con más razón lo lanzaré. —dije y se lo lancé.

—Hey.—se quejó.

—Te lo mereces.

Me levanté y fui por un trapo hasta la cocina para poder limpiar el desastre que causé, con Calum siguiéndome.

—¿Qué mierda te pasó?

Lo ignoré y seguí caminando.

—Brook....

Apreté los labios y evité gritarle una grosería.

—Brook, hablame.

—¿Ahora si me dices “Brook", ya no soy Brooklyn?

Calum suspiró.—¿Aún sigues molesta por eso?

Lo miré unos segundos.

—Vete.

—No seas ridícula, Brook.

—¿Ridícula? Bueno, si ser ridícula es estar enojada con tu supuesto “mejor amigo” porque él escogió a una puta antes de ti sabiendo que no sabías el camino de regreso a casa y aún así no le importó y te dejó sola, bien, pues soy una total ridícula.

—Lo siento, Brook.—se acercó a mí y me abrazó—, realmente lo siento mucho, yo te quiero y eres mi mejor amiga.

—Eso no parecía importarte el otro día.

Bien, no estoy cediendo. Vas bien Brook, vas bien...

—Brook, yo te quiero mucho y aunque llevamos poco tiempo siendo amigos nos hemos convertido en mejores amigos y me siento muy afortunado de tenerte, eres una gran chica que sabe lo que quiere y eso me gusta ti. Sé que soy un tonto y muchas cosas más y te agradezco por aceptarme así como soy, con mi idiotez y todo lo demás. Te quiero mucho y creeme cuando te digo que jamás te cambiaría por nadie.

Me quedé sin palabras y mi corazón esta acelerado, siento mis mejillas arder al igual que mi cara completa.

—¿Me perdonas?

—Sí, tonto.

Nos abrazamos.

Eres estúpida, Brook. Muy estúpida.