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Hoy era Navidad y toda la gente caminaba de aquí para allá buscando sabe que cosas. Había decidido salir a dar una vuelta.

Miré a todas las personas, a los niños emocionados, a sus padres, a los abuelos. Todos felices.

Pasé a lado de un perrito abandonado, estaba sucio y delgado. Era un perrito labrador, muy lindo. No era justo que pasara una Navidad solo como yo así que lo llevé a mi casa.

Al llegar mis perritos ladraron pero al ver que era yo sólo brincaban y jugaban. Fui directo al baño y llené la tina de agua tibia. Fui por el perrito y lo metí a la tina pero al parecer no le agradaba mucho bañarse. Puse mi teléfono en el sofá y fui de nuevo al baño pero el perrito no estaba. Comencé a buscarlo y estaba en la cocina.

-Dejame bañarte y te daré comida.

Lo llevé de nuevo al baño y lo metí a la tina, se quedó quieto y le puse champú para perro comencé a enjabonar su pelo. Al momento de echarle agua comenzó a saltar y caí dentro de la tina y salió corriendo.

-Mierda...

Me paré y corrí detrás de él. El piso estaba todo mojado y me resbalé. El perrito se acercó a mí y lo cargué de nuevo hasta el baño.

Terminé de bañarlo y lo seque con una toalla y con la secadora de cabello. Le puse un suéter y le di comida para después darme una ducha.

Me puse la pijama y cepille mi cabello, me senté en mi cama y revisé mi celular. No tenía ningún mensaje.

Escuché a mis perritos ladrar así que fui con ellos y miré que estaban jugando. Tomé un oso de peluche y se los lancé, los tres salieron corriendo detrás de él y comenzaron a correr por toda la casa. Limpié el desastre de agua que había y lancé un suspiro al escuchar a mis perros pelear.

Caminé hasta donde provenían los ladridos y uno de mis cachorros pasó corriendo haciendo que casi me cayera. Detrás de él venía Missy tratando de quitarle el oso. Me faltaba uno así que lo busqué hasta que lo encontré en mi habitación mordiendo un zapato mío. Se lo quité y lo llevé a la sala.

Me gustaba que a Calum y a mí nos gustaran los animales, si yo tenía suerte y Calum y yo nos casábamos o vivíamos juntos, tendríamos como mil perritos y seríamos muy felices. Bueno, creo que estoy exagerando.

Crush » Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora